"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 11 de julio de 2022
TRUMBULL STICKNEY
[Déjenlo ahora quieto por el camino]
Déjenlo
ahora quieto por el camino
descansar.
Sé
qué es lo que le aferra a la ceniza
y le
hace esconder en la cal de los albañiles:
es
el horror del tiempo.
Lo
escuché golpeando en su pecho
hace
apenas un minuto;
parpadearon
sus ojos humanos,
se
irguió con la violencia de una bestia asesina
y
como una cosa sobrepasada por el ruido
se
dejó caer hacia la tierra.
Déjenlo,
porque sólo el descanso puede curar-
si
hay cura-
a
este tonto sobre el mar.
Él
es de los que se arrimaron al gran portal
y
escuchó -pobre jovenzuelo-
lo
que ahí se decía.
Versión de Sergio Eduardo Cruz
MAMTA SAGAR
Sueños
Dormimos,
no en nuestras camas
sino en sueños
Abandonando los sueños,
despierto de los sueños dormidos
dejados aquí y allá,
sentados sobre estas camas
y esperando.
El
sueño de ayer, el sueño del día anterior,
el sueño de hace diez días;
El de mañana o el del día después,
o el sueño de algún día;
Suyos, nuestros, los sueños de alguien
Tiempo después del tiempo, como este,
los sueños permanecen esperando sobre las camas
El cuerpo exhausto cae
sobre la cama para extenderse a sí mismo
Y entonces…..
la cama se derrite, las burbujas
espuman y los sueños ascienden
en una espuma de ondas,
y se derraman
Pulgada por pulgada, suavemente,
hundiéndose, subiendo, mientras
me deslizo hacia el fondo,
Los sueños se agolpan en mis oídos,
ojos, desde el interior de cada sueño,
lo que ves es todo diferente,
Lo que oyes es diferente;
dentro del sueño, diferente es el cuerpo,
como también la mente
Despierto, quito los sueños
pegados al letargo
me echo agua en la cara,
cuando las cuentas de agua ruedan hacia abajo
rebotan, destellando en la luz…
por un momento, sentí incluso
que este quizás es el sueño de alguien más.
Versión de Nelson Roque Valdés
SIGURBJÖRG THRASTARDÓTTIR
Novia 12
nadie
se casa
de noche
porque
solo de día se perfuma el aire con flores de caramelo
susurra
ella
y
le tira a la cara un vestido de novia tejido de
alambre de espino y cisnes, es un vestido infractor
a la ley de este país porque no está diseñado
para que los hombres digan que sí sino para que huyan con las pantorrillas
laceradas, se lo tira reiteradamente a la cara – a partir de ahora
deberá
sonreír de oreja
a oreja
ROSAMEL DEL VALLE
Soldado de Madrid
Idea
de césped puesto a prueba por rocío de azufre
En abrirse de profundo resplandor.
Más pálido que la cera de las manos pero con pupilas
De pecho abierto al extraño sacrificio y al ojo
Extasiado y universal desde adentro, seguro.
En destino y señal con rodillas de fuego recibido
Y devuelto como dedos crispados en una rama,
Seguidos de rojos océanos creados sin traición.
Sin el pan del hombre perverso,
Sin el agua del disfrazado de noche y crimen,
Sin la voz en cuatro pies.
Oh
larga muerte necesaria para vivir y necesaria
Defensa universal y sagrada copa de rocío sin beber
Por ahora y jamás y sangre no dominada por ahora
Y jamás y conciencia brillante sin corazón vencido
Por ahora y jamás y espalda de sal lúcida no azotada
Por ahora y jamás y hombros de fuego no destruidos
Por ahora y jamás y piel no hecha para bocas
Asesinas por ahora y jamás y defensa del ser
No igualada por ahora y jamás.
Imagen
y presencia sin obscuridad con el grito
En el aire de la sangre y en la flor y coraza
De las armas del corazón terrestre.
Como en única lumbre desesperada,
Como en único olor y pulso y respiración y manos
Donde nacen las lámparas y el estremecimiento
Que rechaza la muerte.
Qué
vigilia penetrante por los vivos y los muertos
Mientras el alba cae ceñida de fusiles,
Mientras los hombres detienen el temblor extranjero,
Mientras las mujeres apagan la luz de sus cadáveres,
Mientras el mundo espera de pie en las puertas del sueño.
TERRANCE HAYES
Cabeza de ancla
Porque
sin llaves y sin pistas,
porque
pisoteado en pólvora
y en
direcciones impresas con pezuñas,
De
Australopithecus o el bugalú
de
Adam hasta cantos de aves
y a
lo que las aves bailan bugalú,
porque
estaba esperando para hacer
libres
a estas piernas, una en cada
orilla,
estar cubierto de sudor,
mi
trabajo, un estilo de ritmo
como
el primer sexo, como el daño
de
la muerte y la distancia
y la
depresión, de instancias
turbadas
e instrucción ciega,
de
placer y carencia de lugares,
porque
estaba fuera de tono e indiferente
y
aprendiendo apoyándome,
porque
era astral y estaba asfixiado
y
empacado en un bungalow oscuro
de
agobio y si no agobio,
el
oscuro aburrimiento de ninguna canción,
me
convertí en sal usada ancla
de
sueño, salté por la borda
con
grilletes y navegué a través
de
mi reflejo hacia abajo
a la
ruina, llamándote ahora
y
luego no llamando más.
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