miércoles, 14 de marzo de 2018


FERNANDO DEL PASO





III



Aplicada la rosa a su elegancia,
se dedicó a estudiar rosicultura,
aprendió la ecuación de su estatura,
y elaboró un teorema de su infancia.

Y aún hizo más, la rosa, en su arrogancia:
se doctoró en su propia arquitectura,
se aprendió de memoria su hermosura
e hizo una tesis sobre su fragancia.

Así quedó la rosa cultivada
tonta de tanta alambicada ciencia,
de tanto teorizar sobre sí misma.

Sola quedó la rosa, enajenada
en el prisma de turbia transparencia
de un perfumado y pálido sofisma.


De: “Sonetos de la rosa enamorada de sí misma”

ZOFIA BESZCZYNSKA






¡a toda pastilla!



tengo pelo del gorrión
y plumas de la ardilla
corro con las rimas
¡a toda pastilla!


Traducción de la autora

Revisión de Laura Vargues Sánchez


NIZAR QABBANI





¿Quién es la más bella?



Mi poesía y tu rostro
son dos piezas de oro,
dos palomas y dos flores de adelfa.
Ante ellas permanezco confundido,
sin saber cuál es la más bella.


De: “Pintar con palabras”

Versión de María Luisa Prieto


VIOLETA LUNA





Amantes de la luna
La suave brizna del viento golpea
tu lindo rostro angelical
Con sigilo y envidia el astro nocturno
alumbra el sendero observando
la dulce investidura

Los amantes  van hinchados de placer
Añorando  con angustia amanecer del ayer
luz que refleja  los filamentos alumbrando  su lindo padecer

El satélite celeste acompaña a los amantes
en la dulce entrega y una leve pizca enrojece
los cuerpos de los amantes de luna llena

El brillo de la luna  esta ante ti
ensañando el camino que va junto a mi
soñando de amor tu y yo
no tendremos  por siempre amor

Sabiendo que soy para ti y tu para mi
la suave fibra toca la sólida esencia de la ofrenda
entregando el arréate de los amantes de la luna llena


FEDERICO GARCÍA LORCA




VI  Casida de la mano imposible



Yo no quiero más que una mano;
una mano herida, si es posible.
Yo no quiero más que una mano
aunque pase mil noches sin lecho.

Sería un pálido lirio de cal.
Sería una paloma amarrada a mi corazón.
Sería el guardián que en la noche de mi tránsito
prohibiera en absoluto la entrada a la luna.

Yo no quiero más que esa mano
para los diarios aceites y la sábana blanca de mi agonía.
Yo no quiero más que esa mano
para tener un ala de mi muerte.

Lo demás todo pasa.
Rubor sin nombre ya. Astro perpetuo.
Lo demás es lo otro; viento triste,
mientras las hojas huyen en bandadas.


VIRGILIO DÁVILA





El Bohío



Al pie de la montaña, junto al río,
que le manda sus cantos en la brisa,
de un platanar en medio, se devisa
el muy humilde y rústico bohío.

Es como el nido del ramaje umbrío
por su estructura débil y pajiza;
la fe, la dulce paz, la sana risa
tienen allí su asiento y poderío

Diome en un tiempo la visión galana
de tres mozas que al pie de la ventana
lucían con sus garbos y primores,

Y en la gloria del sol, que suave ardía,
el mísero casucho se veía
como una cesta rebosando flores.