lunes, 29 de junio de 2015

CHARLES BUKOWSKI


 

Amor, fama y muerte


se sienta afuera de mi ventana
como una vieja que va al mercado;
se sienta y me observa,
suda nerviosamente
por entre alambre y niebla y ladrido-perro
hasta cuando inesperadamente
golpeo la pantalla con un periódico
como manoteando una mosca
y usted pudiera escuchar el grito
en esta ordinaria ciudad,
y entonces salió.

la manera de terminar un poema
como este
es quedarse de pronto
callado.


 
Versión de Rafael Díaz Borbón


FINA GARCÍA MARRUZ


 

Qué caprichosa y exquisita mano...

 

¿Qué caprichosa y exquisita mano
trazó, eligió ese gesto perdurable,
lo sacó de su nada, como un dios,
para alumbrar por siempre otra alegría?
¿Participabas tú del dar eterno
que dejaste la mano humilde llena
del tesoro? En su feliz descuido
adolescente ¿derramaste el óleo?
¿Qué misterio fue el tuyo, instante puro,
silencioso elegido de los días?
Pues ellos van tornándose borrosos
y tú te quedas como estrella fija
con potencia mayor de eternidad.

 

 

ALBERTO GIRRI


  

Andrómeda


La Andrómeda del Tiempo, impar en la belleza y el agravio,
sobre este rudo peñasco ahora escruta largamente hacia uno
y otro brazo de la costa,
su flor, su porción de vida, condenada a ser alimento del dragón.
Muchos golpes y venenos la tentaron y acecharon una vez;
pero desde Occidente oye ahora el rugir de una bestia
más salvaje que las demás, más desenfrenada
en sus daños, más inicua y más obscena.

¿Es que su Perseo se demora y la libra a sus vehemencias?
Pero él, hollando por un tiempo el aire suave como una almohada,
suspende sobre ella que se diría abandonada, sus pensamientos,

mientras, desgarrada hasta la angustia, su paciencia
crece, luego consigue desarmarla, y nadie lo sospecha
con los arneses y hierros de la Gorgona, correas y dientes.


De "Obra poética IV"


 

 

CÉSAR SIMÓN


 

Anochecer de estepa


Pupila muerta, voy
-el surco del camino-
hacia los años.

Y qué fulgor -ya allá, ya todo ardido-
del charco, espejo enorme.
Y qué fulgor, y qué hueco del mundo.
Y qué quietud de estatua de sal.
La noche ya es de acero para siempre.
Frío cárdeno, el aire.


 

De "Erosión"

 

 

ANTONIO GAMONEDA

 

Amor

 

Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.

 

 

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

 

Bien donado sale al mundo...


Bien donado sale al mundo
este libro, do se encierra
la paz de amor y la guerra,
y aquel fruto sin segundo
de la castellana tierra;
que, aunque le da Maldonado,
va tan rico y bien donado
de sciencia y de discreción,
que me afirmo en la razón
de decir que es bien donado.
El sentimiento amoroso
del pecho más encendido
en fuego de amor, y herido
de su dardo ponzoñoso
y en la red suya cogido,
el temor y la esperanza
con que el bien y el mal se alcanza
en las empresas de amor:
aquí muestra su valor,
su buena o su mala andanza.
Sin flores, sin praderías
y sin los faunos silvanos,
sin ninfas, sin dioses vanos,
sin yerbas, sin aguas frías
y sin apacibles llanos,
en agradables conceptos
profundos, altos, discretos,
con verdad llana y distinta,
aquí el sabio autor nos pinta
del ciego dios los efetos.
Con declararnos la mengua
y el bien de su ardiente llama,
ha dado a su nombre fama
y enriquecido su lengua,
que ya la mejor se llama,
y hanos mostrado que es solo
favorecido de Apolo
con dones tan infinitos,
que su fama en sus escritos
irá d'éste al otro polo.