"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 15 de julio de 2018
IBN HAZM
No hay
otra causa -¿lo sabes ?- de la victoria sobre los enemigos
ni otro motivo de que huyamos, si nos hacen huir,
que la tendencia de las almas de los hombres todos
hacia ti, ¡oh perla escondida entre las gentes!
Aquellos que te siguen no se perderán jamás,
pues avanzan todos, como viajeros nocturnos, hacia tu excelsa luz,
y aquellos que te preceden sienten que sus almas les hacen torcer el rumbo
hacia ti dócilmente, y todos vuelven sobre sus pasos.
ni otro motivo de que huyamos, si nos hacen huir,
que la tendencia de las almas de los hombres todos
hacia ti, ¡oh perla escondida entre las gentes!
Aquellos que te siguen no se perderán jamás,
pues avanzan todos, como viajeros nocturnos, hacia tu excelsa luz,
y aquellos que te preceden sienten que sus almas les hacen torcer el rumbo
hacia ti dócilmente, y todos vuelven sobre sus pasos.
De: "Esencia del amor":
MARGARITA DE HICKEY
LUIS DE GONGORA Y ARGOTE
A una rosa
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida?
Y, ¿para no ser nada estás lozana?
Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.
Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para la vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándose a un blanco y liso cuello,
ya esparciendo por él aquel cabello
que Amor sacó entre el oro de sus minas,
ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,
ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas,
estaba, oh, claro sol invidïoso,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
mató mi gloria y acabó mi suerte.
Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los suyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida?
Y, ¿para no ser nada estás lozana?
Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.
Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para la vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Ya besando unas manos cristalinas,
ya anudándose a un blanco y liso cuello,
ya esparciendo por él aquel cabello
que Amor sacó entre el oro de sus minas,
ya quebrando en aquellas perlas finas
palabras dulces mil sin merecello,
ya cogiendo de cada labio bello
purpúreas rosas sin temor de espinas,
estaba, oh, claro sol invidïoso,
cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
mató mi gloria y acabó mi suerte.
Si el cielo ya no es menos poderoso,
porque no den los suyos más enojos,
rayos, como a tu hijo, te den muerte.
GHERASIM LUCA
Si es
verdad, como se pretende
que tras la muerte el hombre persigue
una existencia fantasmagórica
te lo haré saber
Si no doy señales de «vida»
durante un mes
que sepas que se muere como se pudre
una cebolla, una silla, un sombrero
Me suicido por asco
Carta dejada sobre la mesa antes del quinto intento de suicidio (V)
que tras la muerte el hombre persigue
una existencia fantasmagórica
te lo haré saber
Si no doy señales de «vida»
durante un mes
que sepas que se muere como se pudre
una cebolla, una silla, un sombrero
Me suicido por asco
Carta dejada sobre la mesa antes del quinto intento de suicidio (V)
Versión de Eugenio Castro
Editado por Poesía, señor Hidalgo
HERMAN HESSE
Lobo estepario
Yo, lobo estepario, troto y troto,
la nieve cubre el mundo,
el cuervo aletea desde el abedul,
pero nunca una liebre, nunca un ciervo.
¡Amo tanto a los ciervos!
¡Ah, si encontrase alguno!
Lo apresaría entre mis dientes y mis patas,
eso es lo más hermoso que imagino.
Para los afectivos tendría buen corazón,
devoraría hasta el fondo de sus tiernos perniles,
bebería hasta hartarme de su sangre rojiza,
y luego aullaría toda la noche, solitario.
Hasta con una liebre me conformaría.
El sabor de su cálida carne es tan dulce de noche.
¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar
una pizca la vida está lejos de mí?
El pelo de mi cola tiene ya un color gris,
apenas puedo ver con cierta claridad,
y hace años que murió mi compañera.
Ahora troto y sueño con ciervos,
troto y sueño con liebres,
oigo soplar el viento en noches invernales,
calmo con nieve mi garganta ardiente,
llevo al diablo hasta mi pobre alma.
Yo, lobo estepario, troto y troto,
la nieve cubre el mundo,
el cuervo aletea desde el abedul,
pero nunca una liebre, nunca un ciervo.
¡Amo tanto a los ciervos!
¡Ah, si encontrase alguno!
Lo apresaría entre mis dientes y mis patas,
eso es lo más hermoso que imagino.
Para los afectivos tendría buen corazón,
devoraría hasta el fondo de sus tiernos perniles,
bebería hasta hartarme de su sangre rojiza,
y luego aullaría toda la noche, solitario.
Hasta con una liebre me conformaría.
El sabor de su cálida carne es tan dulce de noche.
¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar
una pizca la vida está lejos de mí?
El pelo de mi cola tiene ya un color gris,
apenas puedo ver con cierta claridad,
y hace años que murió mi compañera.
Ahora troto y sueño con ciervos,
troto y sueño con liebres,
oigo soplar el viento en noches invernales,
calmo con nieve mi garganta ardiente,
llevo al diablo hasta mi pobre alma.
Versión de Andrés Holguín
EUGENIO GERARDO LOBO
Envidiosa
es porción de tu blancura
esa que hoy de una verde celosía,
para honrar a tu mano, hurtó la mía,
ésta si cortesana, aquella pura.
esa que hoy de una verde celosía,
para honrar a tu mano, hurtó la mía,
ésta si cortesana, aquella pura.
El alba
bella entre ámbares supura
en su limpio cambray sustancia fría,
madrugando más éste que otro día
y más que a otros crecida su ventura.
en su limpio cambray sustancia fría,
madrugando más éste que otro día
y más que a otros crecida su ventura.
Y si
ignoras el nombre a estos lozanos
jóvenes que te ofrezco a celemines
-que con serlo, se miran todos canos-
jóvenes que te ofrezco a celemines
-que con serlo, se miran todos canos-
fácilmente
creeré que lo adivines
si entre ellos mezclas, Lísida, tus manos.
Silos tocas, verás que son jazmines.
si entre ellos mezclas, Lísida, tus manos.
Silos tocas, verás que son jazmines.
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