"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 23 de agosto de 2018
ANA ROSETTI
"El placer es el mejor de los cumplidos."
Coco Chanel
Coco Chanel
El más
encantador instante de la tarde
tras el anaranjado visillo primorosa.
Y en la mesita el té
y un ramillete, desmayadas rosas,
y en la otomana de rayada seda,
extendida la falda, asomando mi pie
provocativo, aguardo a que tú avecines
a mi cuello, descendiendo la mirada
por el oscuro embudo de mi escote,
ahuecado a propósito. Sonrójome
y tus dedos inician meditadas cautelas
por mi falda; demoran en los profundos túneles
del plisado y recorren las rizadas estrellas
del guipur. Apresúrate, ven, recibe estos pétalos
de rosas, pétalos como muslos
de impolutas vestales, velados. Que mi boca
rebose en sus sedosos trozos, tersos y densos
cual labios asomados a mis dientes
exigiendo el mordisco. Amordázate,
el jadeo de tu alto puñal, y sea tu beso
heraldo de las flores. Apresúrate,
desanuda las cintas, comprueba la pendiente
durísima del prieto seno, míralo, tócalo
y en sus tiesos pináculos derrama tu saliva
mientras siento, en mis piernas, tu amenaza.
tras el anaranjado visillo primorosa.
Y en la mesita el té
y un ramillete, desmayadas rosas,
y en la otomana de rayada seda,
extendida la falda, asomando mi pie
provocativo, aguardo a que tú avecines
a mi cuello, descendiendo la mirada
por el oscuro embudo de mi escote,
ahuecado a propósito. Sonrójome
y tus dedos inician meditadas cautelas
por mi falda; demoran en los profundos túneles
del plisado y recorren las rizadas estrellas
del guipur. Apresúrate, ven, recibe estos pétalos
de rosas, pétalos como muslos
de impolutas vestales, velados. Que mi boca
rebose en sus sedosos trozos, tersos y densos
cual labios asomados a mis dientes
exigiendo el mordisco. Amordázate,
el jadeo de tu alto puñal, y sea tu beso
heraldo de las flores. Apresúrate,
desanuda las cintas, comprueba la pendiente
durísima del prieto seno, míralo, tócalo
y en sus tiesos pináculos derrama tu saliva
mientras siento, en mis piernas, tu amenaza.
BERENICE REYAL
Creación
Cuando
no tenía nada
tenía a
los pájaros
surcando
el cielo.
Cuando no
tenía nada
tenía
al río corriendo que sin partir las rocas
siguió
su camino y se fue uniendo.
Cuando
no tenía nada
tenía
el Valle de cantares,
de
flores y aves preciosas.
Cuando
no tenía nada
tenía
el maíz y las habas;
el
frijol, el maguey
el
pulque y aguamiel.
Cuando
no tenía nada
tenía
mis manos
con
marcas de barro
y
colores del cosmos.
Cuando
no tenía nada
de la
nada hice figuras, flores y sueños,
de la
nada tejí el tiempo
y de la
naturaleza lo más bello,
así
chincuetes y gabanes
y
comprendí que de la nada
a veces
surge un universo.
ÁNGEL CRUCHAGA
En tus
ojos dormidos
hay un sollozo del antiguo mundo,
ciudades viejas y rosales místicos.
¡Todos los siglos dentro de un crepúsculo!
hay un sollozo del antiguo mundo,
ciudades viejas y rosales místicos.
¡Todos los siglos dentro de un crepúsculo!
Cuando
mire tus ojos
serán las puertas de la epifanía.
He de sentir que Dios me besa el rostro.
¡Mi corazón se alegrará en sus ruinas!
serán las puertas de la epifanía.
He de sentir que Dios me besa el rostro.
¡Mi corazón se alegrará en sus ruinas!
Qué
mano melancólica
sostiene la fatiga de mi cuerpo?
¿Acaso serás tú la única honra
en esta muerte aromada de cielo?
sostiene la fatiga de mi cuerpo?
¿Acaso serás tú la única honra
en esta muerte aromada de cielo?
Yo
quería dormirme
en mi tristeza de ala suspirante.
Mirando tu belleza soy más triste.
Tú perfumas los puntos cardinales.
en mi tristeza de ala suspirante.
Mirando tu belleza soy más triste.
Tú perfumas los puntos cardinales.
¿Traes
la paz sobre tus manos quietas?
¿De qué rincón del mundo
vienes con vestidura de azucenas?
¿Por qué antes de nacer yo no fui tuyo?
¿De qué rincón del mundo
vienes con vestidura de azucenas?
¿Por qué antes de nacer yo no fui tuyo?
DALI CORONA
Y sucede, amigos, que ya no puedo ver las
tardes como antes,
que me cuesta trabajo asirme de la lluvia
como si fuera un crisantemo.
Sucede que de pronto, ingenuamente,
se me vino a instalar en la mirada
un séquito de pardos ojos
-figuras galopantes propias
de climas más extremos-
Y sucede que también así, como por arte de magia,
la idea que tenía del mar
ha tomado otro cauce; ha llegado a residir
colina abajo,
donde la noche parece ser
una bestia escalofriante a punto de parir incendios.
Sucede que he cambiado dirección
y número de usuario para el banco;
que mi licencia para manejar
se ha quedado de rehén detrás de una cortina,
entre muros.
Que la fe,
aquella que me hacia robar el mar
y alojarlo igual que Enrique
ya no da ni para colectar granos de lluvia,
ya no da para enfrentar gaviotas.
Y es que sucede amigos,
que ayer la pude ver horizontal
por la mañana.
que me cuesta trabajo asirme de la lluvia
como si fuera un crisantemo.
Sucede que de pronto, ingenuamente,
se me vino a instalar en la mirada
un séquito de pardos ojos
-figuras galopantes propias
de climas más extremos-
Y sucede que también así, como por arte de magia,
la idea que tenía del mar
ha tomado otro cauce; ha llegado a residir
colina abajo,
donde la noche parece ser
una bestia escalofriante a punto de parir incendios.
Sucede que he cambiado dirección
y número de usuario para el banco;
que mi licencia para manejar
se ha quedado de rehén detrás de una cortina,
entre muros.
Que la fe,
aquella que me hacia robar el mar
y alojarlo igual que Enrique
ya no da ni para colectar granos de lluvia,
ya no da para enfrentar gaviotas.
Y es que sucede amigos,
que ayer la pude ver horizontal
por la mañana.
LORENA HUITRÓN
Naturaleza de la fiesta
Estrujar
el aire es cortar una liviana raíz
que aparece al abrir los brazos,
sujetarse a un cuerpo en la dicha
y en la desdicha.
Respirar el humo es calzar
al aparente amor, el cuerpo
sin peso que se irá al volver
a la terraza.
Para traer la adolescencia
tan sólo hay que cantarla:
un golpe sacará la mesura de la frente
abrazando al error, esta fantasía de certeza
con resaca sibilante de cigarras.
que aparece al abrir los brazos,
sujetarse a un cuerpo en la dicha
y en la desdicha.
Respirar el humo es calzar
al aparente amor, el cuerpo
sin peso que se irá al volver
a la terraza.
Para traer la adolescencia
tan sólo hay que cantarla:
un golpe sacará la mesura de la frente
abrazando al error, esta fantasía de certeza
con resaca sibilante de cigarras.
NATALIA GÓMEZ
16
Escribir
es la única manera de respirar,
el
único tiempo
en que
uno puede ser
Dios e
infierno,
la
única manera de no morir
en el
mismo intento de muerte,
es el
único modo de dormir
Y
despertar
en esta
vida exhausta de vacíos.
A esta
única hora
un ser
lejano al arte
se
pudre en la superficie
de su
misma humanidad
mientras
escribe.
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