Naturaleza de la fiesta
Estrujar
el aire es cortar una liviana raíz
que aparece al abrir los brazos,
sujetarse a un cuerpo en la dicha
y en la desdicha.
Respirar el humo es calzar
al aparente amor, el cuerpo
sin peso que se irá al volver
a la terraza.
Para traer la adolescencia
tan sólo hay que cantarla:
un golpe sacará la mesura de la frente
abrazando al error, esta fantasía de certeza
con resaca sibilante de cigarras.
que aparece al abrir los brazos,
sujetarse a un cuerpo en la dicha
y en la desdicha.
Respirar el humo es calzar
al aparente amor, el cuerpo
sin peso que se irá al volver
a la terraza.
Para traer la adolescencia
tan sólo hay que cantarla:
un golpe sacará la mesura de la frente
abrazando al error, esta fantasía de certeza
con resaca sibilante de cigarras.
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