"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 19 de septiembre de 2017
JOSÉ CORONEL URTECHO
Pequeña oda a Tío Coyote
¡Salud a tío Coyote,
el animal Quijote!
Porque era inofensivo, lejos de la manada,
perro de soledad, fiel al secreto
inquieto
de su vida engañada
sufrió el palo, la burla y la patada.
Fue el más humilde peregrino
en los caminos de los cuentos de camino.
Como amaba las frutas sazonas,
las sandías, los melones, las anonas,
no conoció huerta con puerta,
infranqueable alacena
ni propiedad ajena,
y husmeando el buen olor de las cocinas
cayó en la trampa que le tendieron las vecinas
de todas las aldeas mezquinas
y se quedó enredado en las concejas
urdidas por las viejas
campesinas.
Y así lo engendró la leyenda
como el Quijote de la merienda.
Pero su historia es dulce y meritoria.
y el animal diente-quebrado,
culo-quemado,
se ahogó en una laguna
buceando el queso de la luna.
Y allí comienza su gloria
donde su pena termina.
También así murió
Li-Tai-pó,
poeta de China.
¡Salud a tío Coyote,
el animal Quijote!
Porque era inofensivo, lejos de la manada,
perro de soledad, fiel al secreto
inquieto
de su vida engañada
sufrió el palo, la burla y la patada.
Fue el más humilde peregrino
en los caminos de los cuentos de camino.
Como amaba las frutas sazonas,
las sandías, los melones, las anonas,
no conoció huerta con puerta,
infranqueable alacena
ni propiedad ajena,
y husmeando el buen olor de las cocinas
cayó en la trampa que le tendieron las vecinas
de todas las aldeas mezquinas
y se quedó enredado en las concejas
urdidas por las viejas
campesinas.
Y así lo engendró la leyenda
como el Quijote de la merienda.
Pero su historia es dulce y meritoria.
y el animal diente-quebrado,
culo-quemado,
se ahogó en una laguna
buceando el queso de la luna.
Y allí comienza su gloria
donde su pena termina.
También así murió
Li-Tai-pó,
poeta de China.
FRANCISCO BUSTOS
Araña
Araña
malvada en tu casa atrapado
me has
dejado envuelto retorciendo mis huesos
Intento
zafarme de sed y tu hambre
Juegas
a torturarme después de ignorarme
Me
sigues dando vueltas
soltando
más y más hilo asesino
Capullo
a medio cubrir
esperando
que vuelvas cómo amante desesperado
Abrázame
con patas desenfrenadas
clava
colmillos apasionados
¡Creo
que ya vienes!
Ojos
cansados estallan de emoción
Ven
termina tu juego
haz de
mi cuerpo dulce alimento
calla
esta suplica
atraviesa
mi carne en triste calma
MARTA JAZMÍN GARCÍA NIEVES
Doppelgänger
Llegada
la noche
tengo
miedo de esa niña
que
blande su inocencia
por las
orillas de mi cama.
Me
escondo de sus manos
insidiosas
pintando escarabajos
por las
paredes,
anunciando
los renglones
de
algún peligro inédito.
Y su
desastre silencioso
que
siempre deja esa estela
de
alfabetos humedecidos.
Y la
estatua de sal
en la
frontera
de mi
cruel nacimiento
y todas
sus tiernas
orfandades.
Llegan
los días
y la
sombra
de esa
niña
alargada
frente a mí
en el
suelo
es lo
único que conozco
de
grandeza.
JUAN SEBASTIÁN SÁNCHEZ
La palabra
Alguien
tira de la palabra
por la
calle
carga
la sombra que rompió
la voz
en la piedra
la
soledad del bolígrafo
los
vacíos de la tinta
los
poetas colgaron la palabra en los faroles sin aceite
en los
mercados sin aplauso
en el
nudo que ataron los zapatos al olvido
la
palabra no se ha pronunciado
quién
sabe más
que
aquel que guardó silencio
PABLO FIDALGO
Último diario
Y en
los diarios de aquellos días
sólo
fascinación, seres a los que deseo parecerme,
malentendidos,
frases que diría un muerto,
malos
gestos, orgullo, vergüenza, ansia.
La
desesperación de un joven
que
trata de educar una mirada distinta
para
cuando ya no haya nada que mirar.
En los
diarios de aquellos días
planes
de viaje, notas sobre Liguria y Sicilia,
frases
hechas, estamos siempre solos,
esto se
ha cerrado, frases en italiano,
en
portugués, vivir en Lisboa,
ningún
gesto radical, y odio, demasiado odio,
te
crees en posesión de la verdad.
Y una
sola certeza: la raza que yo amo no es la mía.
En los
diarios de aquellos días
nada
sobre tu belleza,
nada
sobre tu sonrisa,
nada
que pueda durar para siempre.
En los
diarios de aquellos días
estoy
partido en muchos trozos
que se
creen el centro del mundo,
y que
quizá lo sean. Pero tú habla,
no
escribas diarios, abre las ventanas.
¿Sabes
cuántas veces he tenido que oír
juego
descubierto?
Puedes
descubrir los juegos que quieras
pero la
lengua está de mi parte.
Yo sé
guardar secretos
porque
envejezco sin nada que perder.
Tú
¿quién serás finalmente?
Tantos
años preguntando por mis diarios
y ahora
que podrías leerlos
ya no
estás.
Tú ¿qué
sientes cuando alguien como yo
que te
ha avisado de que así no quiere vivir,
de que
así no quiere despertar,
finalmente
un día no despierta?
VÍCTOR MANUEL PINTO
Sus albañiles:
Con
cualquier palabra la voz trabaja:
Deprecia
el amor: sincero / falso / de madre
/ de mentira / ¿real?
Lo
mismo si alma: inmortal / imaginaria
/ ¿real?
Lo
mismo si vida: de rico / de pobre /
dura / ligera / ¿real?
Devalúa
y se obesa, vuelve grasa al sentido fibroso:
– voz: tengo hambre / sueño / miedo
– voz que dictó la imaginación
– voz que erigió: casas de bloques
rojos
habitadas
por hombres iguales a mí:
Obedientes
a esa voz.
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