Último diario
Y en
los diarios de aquellos días
sólo
fascinación, seres a los que deseo parecerme,
malentendidos,
frases que diría un muerto,
malos
gestos, orgullo, vergüenza, ansia.
La
desesperación de un joven
que
trata de educar una mirada distinta
para
cuando ya no haya nada que mirar.
En los
diarios de aquellos días
planes
de viaje, notas sobre Liguria y Sicilia,
frases
hechas, estamos siempre solos,
esto se
ha cerrado, frases en italiano,
en
portugués, vivir en Lisboa,
ningún
gesto radical, y odio, demasiado odio,
te
crees en posesión de la verdad.
Y una
sola certeza: la raza que yo amo no es la mía.
En los
diarios de aquellos días
nada
sobre tu belleza,
nada
sobre tu sonrisa,
nada
que pueda durar para siempre.
En los
diarios de aquellos días
estoy
partido en muchos trozos
que se
creen el centro del mundo,
y que
quizá lo sean. Pero tú habla,
no
escribas diarios, abre las ventanas.
¿Sabes
cuántas veces he tenido que oír
juego
descubierto?
Puedes
descubrir los juegos que quieras
pero la
lengua está de mi parte.
Yo sé
guardar secretos
porque
envejezco sin nada que perder.
Tú
¿quién serás finalmente?
Tantos
años preguntando por mis diarios
y ahora
que podrías leerlos
ya no
estás.
Tú ¿qué
sientes cuando alguien como yo
que te
ha avisado de que así no quiere vivir,
de que
así no quiere despertar,
finalmente
un día no despierta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario