lunes, 13 de agosto de 2018


ROXANA DÁVILA PEÑA





¿ya cesa el frío?
atisbo inflorescencias
azul violáceo


JUAN DOMINGO AGUILAR





Todos los vestidos/Todas las mujeres

Un padre se lanza con su bebé por la ventana del cuarto piso del hospital de La Paz
TVE, 3 de febrero de 2017



El padre entró en la habitación agarró
a su hija de cinco años saltó por la ventana
te voy a dar donde más te duele dijo
a la madre que lloraba en la cama
sin poder levantarse lloraban todas
las mujeres al mismo tiempo en esa habitación
todas las mujeres que por la noche
se acercan a la cuna de sus hijos y lloran
cuando escuchan el sonido de la puerta
todas las mujeres que suspiran cada vez
que el padre de sus hijos sale de casa
que utilizan gafas de sol y por la noche
tapan con maquillaje las muestras de cariño
que golpean su cara cada día

la basura está llena de todos los vestidos
de todas las mujeres que esta noche
no volverán a casa



MARIO BOJÓRQUEZ




  
Eres el que no supo decir lo que deseaba
La codiciosa boca que el fruto no mastica
Que hecha a perder, arpía, banquete y festival

Eres el insaciado que mira con envidia
La insoportable alegría de los otros
El que se duele hasta los huesos por la inocente risa

Se te nublan los ojos por la ira
Se te hinchan las manos de cruel remordimiento
Se emponzoña tu sangre

Qué hoguera, qué abandono
Qué miserable eres a orillas de la vida



CARLOS MARZAL




  
Ubi sunt



Todo está en donde estuvo, todo late
en el primer latir
de la primera aurora cautivada,
y en su cautivo corazón en pálpito.
Todo fluye
en el mismo fluir de un mismo río,
por el agua tenaz de un cauce idéntico.

¿Acaso es que no sientes en tu piel
la salvaguardia de otra piel pretérita,
las sangres centinelas de tu sangre,
las sombras que fecundan a tu sombra?

¿No sabes escuchar bajo la voz
los coros primordiales de las voces,
ni el ser de la palabra en cuanto somos,
ni el eco de vivir en lo que hablamos?

Lo que antes eran hombres hoy es tiempo,
las mujeres que han sido son del aire,
la arena vagabunda, nuestros hijos.

¿En el volar, no ves el vuelo inmune?
¿No amas, en el amar, el amor único?

A fuerza de mudarse, nada cambia;
de tanto discurrir, todo está inmóvil.
Hay una sola frente pensativa
que entiende la hermandad de cuanto existe
y en cuanto ha muerto ve lo que no muere.

¿Qué se fizieron, pues? ¿Dó los escondes?

Cierra los ojos para ver más claro
y sal fuera de ti para morar contigo.



YULIANA RIVERA





Bejuco



Quiero decir, río,
con río quiero decir: infancia.
Infancia es la familia.
Bejuco –también– es tu sur.


MIGUEL RASH ISLA






El tesoro



Dos columnas pulidas, dos eternas
columnas que relucen de blancura,
forja la línea irreprochable y pura,
como trazada en mármol, de tus piernas.

Con qué noble prestigio las gobiernas
cuando al marchar, solemne de hermosura,
imprimes a tu cuerpo la segura
majestad de las Venus sempiternas.

Y cuando, inmóvil, luminosa y alta,
en desnudez olímpica te ofreces,
entre tus muslos de marfil resalta,

como una sombra, el bosquecillo terso
de ébano y seda, bajo el cual guarneces
el tesoro mejor del universo.