jueves, 27 de julio de 2017


TOMAS TRANSTRÖMER




Caprichos



Oscurece en Huelva: palmas tiznadas
Y el murciélago rápido,
blanco plateado del silbar del tren.
Las calles se han llenado de gente.
Y la señora apresurada
en el tumulto cuidadosamente pesa
la última luz del día en la balanza de sus ojos.


Versiones de Roberto Mascaró


De: “El cielo a medio hacer”


FEDERICO HERNÁNDEZ AGUILAR

  


Tu pubis
                                                        a D…



Invitación a ver lo que no veo.
Desafío que ampara mis locuras.
Razón de mis atléticas posturas.
Todo origen si origen deseo.

Premura constipada que a Teseo
dirige nuevamente a las oscuras
entrañas del misterio. Voz que a duras
penas tiene una lengua. Mi recreo.

Si rincón, el preciso; el necesario,
si refugio. Verdad tan inocente
que no requiere sombra ni escenario.

Rastro -mujer de Lot- de tantas sales.
Antiguo silo de un afán reciente.
Levedad que se erige en mil finales.




MARTA BRAIER




En llamas

“¿ ...pero, cuándo vamos a despertar, Billy? ”(Aulicino)



Sueño con cierto pudor
tomo siempre el mismo atajo
la misma calle oscura

El venía en bicicleta
conversábamos

Hay un caballo muerto
detrás de la ventana
y un pianista
que no deja de tocar

Uno esgrime razones
tristes redes

El pianista insiste con su melodía
y no deja de tocar furiosamente
no deja de tocar

Antes era fácil creer
El venía en bicicleta
conversábamos


De: "Esta es la tierra, corazón"



RENE CHAR




El molino



Un ruido largo sale por el techo
golondrinas siempre blancas
agua que salta, agua que brilla
el grano salta, el agua muele
y el recinto donde el amor se arriesga
centellea y marca el paso.



Versión de Jorge Teiller
  

DIONICIO MORALES




Señales



V

Yo había dado mi corazón
a que lo devoraran las hormigas
cuando una mano
—tu mano jovencísima—
vino a poner sobre mi corazón
su
    tacto
            humedecido


De: “Inscripciones y señales”


PAUL CELAN




Tú con la palabra que yo dije...



Tú con la palabra que yo dije,
tú con tu silencio,
tú contigo misma
en el mundo su-
                                 bi-
                                        da,

tú mi amor:

perdida, extra-
viada, una
y ora vez
regresada en el dolor: es

                                                   tarde.

Ayúdame,
                      ayúdate,
                                         ayuda.

El camino de horas anduvo lo que dije.
El camino de horas anduvo lo que callé.
Anduvo y anduviste,
por lo infinito anduviste,
hacia delante y hacia atrás,
hacia ninguna parte, hacia la palabra, hacia allí.

Deja.
Un nombre se te abre,
otro:
            quédate.


De: "La rosa de nadie"

Versión de José Luis Reina Palazón