sábado, 29 de diciembre de 2018


ROGER SANTIVÁÑEZ





Adonáis



1.

Lienzo lamido lexus puedo contemplar
Purísima aparición religiosamente viva
Pace rebaño en el silencio del cordero

Visor encarnecido rombo de rodillas
Coelis sanctus en descomposición

Gema jerma ábrete corral corrido
Warike lampo cachina huida
Lámpara ampara Mara

Mármara murmura radio futura
Hiera herida hiende tu risa
Freshca free frágil preferida

Frugal aposento de la nueva especie


De: “Eucaristía”


JUAN SANCHÉZ PELAEZ





Belleza



Interrumpida mi plática, vuelvo a hablar contigo de la partida y el regreso.
Todo sucedió a vuelo de pájaro, belleza: a la
vez mundo compacto, cerrado y libre. Al abrir los ojos en la
llama fría, era un lorito ufano; te busqué de verdad, lamía en
la sombra tus huesos, santa perra. Aunque me ausentara de
ti, aunque me cubriera el ridículo, aunque estuvieras más
allá del resplandor que me envuelve; quizás cercana a la
bahía, en pleno mar de verano, en medio de las palmas reales.


De: "Rasgos comunes"


ARLETTE LUÉVANO




  
Sombras son mis pasos
mis manos apenas cansancio
y el segundero
marca cada tanto
negras noches
negros silencios
negras noches
negros silencios
negras noches
negros pasos
silencios


ERICK AGUIRRE





Miedo



Los poetas y los libertinos
también conocen el miedo.
Y lo confiesan
con ese horror simpático
destilando en sus lenguajes.
Lo confiesan
y le dan nombres distintos al del miedo,
pero no hay semejanza posible
entre una tarde gris,
un cielo extraño o lívido
y una tristeza abierta
como la boca de un muerto.

Ni los cielos son como arenales
ni las nubes de la tarde son ciegas
ni el corazón del poeta
ni el del libertino,
tienen llantos de princesas olvidadas
en el fondo de palacios desiertos.

Pero ellos
(el poeta, el libertino)
un día se cansaron de imitar al cielo,
o las nubes de la tarde
o el llanto de las princesas,
y decidieron destrozar
sus inútiles espejos
con la magia de lo invisible,
con el discreto encanto de sus miedos,
con el indecible horror de su nuevo lenguaje.


TANIA CARRERA





Galápagos



I

Piqueros
El bosque es un cardumen
casi inmóvil.
Sus danzas son apenas perceptibles.
Lo miro desde arriba,
yo también soy un cardumen,
en los aires.
Quiero adentrarme velozmente,
empaparme de follaje.
Quiero alimentarme
de toda la resignación que lo circula.


II

Albatros
¿Será que el amor
no se da en las ramas,
sino en el vuelo?
¿Será que es una playa misteriosa
en donde las raíces
nunca son
un estandarte de fertilidad?



CATALINA GONZÁLEZ RESTREPO





Pirómanos



Personajes que se van quemando con los días,
goteras que caen a la fogata,
está nevando con chispas de fuego.
No me pidas sed
no hagas camino con las llamas
no juegues con las cenizas de la que soy
no codicies mis huesos
no me dejes el fantasma de la espera
lejana no me ames.
Bébete el granizo de la que seré
derrumba las fortalezas de la muerte
hazme tragar el sol del miedo
ahógate con el agua evaporada de mis dedos
que estoy bailando en el erebo
y tengo los ojos rojos.