"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 9 de octubre de 2016
ELADIO CABAÑERO
La mancha al sol
La Mancha: surco en cruz, ámbito, ejido,
parador del verano, en cuya anchura
un ave humana vuela a media altura,
ya tantos años viento azul perdido.
Hacia el otoño, surco en el olvido,
uva yacente, el campo en su largura
recuenta soles, siglos, y madura
el paisaje en el tiempo repartido.
Recuerda sus molinos, al rasero
mural del horizonte todavía,
espejismos de lanza en astillero.
La Mancha frente al sol: una sandía
de corazón quemante y duradero
frente a un circo de cal y lejanía.
La Mancha: surco en cruz, ámbito, ejido,
parador del verano, en cuya anchura
un ave humana vuela a media altura,
ya tantos años viento azul perdido.
Hacia el otoño, surco en el olvido,
uva yacente, el campo en su largura
recuenta soles, siglos, y madura
el paisaje en el tiempo repartido.
Recuerda sus molinos, al rasero
mural del horizonte todavía,
espejismos de lanza en astillero.
La Mancha frente al sol: una sandía
de corazón quemante y duradero
frente a un circo de cal y lejanía.
JOSEP CARNER
Desde lejos
Quién ver pudiera, cuando el estío acaba,
el camino -la sierpe tan blanca y sonriente-
y, junto a confiada cala,
pámpanos muertos bajo un pino vivo.
Quién ver pudiera el baile en la era
y una sierra morada allá a lo lejos;
con pimiento silvestre tropezarme,
o, por el pedregal, con el romero.
Más vale que dedique mis cuidados
a estos abedules y mortecinas nieblas.
En mis caminos de otro tiempo hallarse puede
a un ángel triste con torcida espada.
Versión de José Corredor-Matheos
Quién ver pudiera, cuando el estío acaba,
el camino -la sierpe tan blanca y sonriente-
y, junto a confiada cala,
pámpanos muertos bajo un pino vivo.
Quién ver pudiera el baile en la era
y una sierra morada allá a lo lejos;
con pimiento silvestre tropezarme,
o, por el pedregal, con el romero.
Más vale que dedique mis cuidados
a estos abedules y mortecinas nieblas.
En mis caminos de otro tiempo hallarse puede
a un ángel triste con torcida espada.
Versión de José Corredor-Matheos
RENE CHAR
¡El
trigo verde en una tierra que todavía no ha sudado, que no ha hecho más que
tiritar! A distancia feliz de los soles precipitados de los fines de la vida.
Rasante bajo la larga noche. Saciado de agua encima de su luminoso color. Como
guardia y viático dos puñales de cabecera: la alondra, el pájaro que se posa,
el cuervo, el espíritu que se graba.
Versión de Jorge
Riechmann
CARLOTA CAULFIELD
La mano en el aire
Se extiende la escritura desatada
ante los espejos del cuerpo.
Las imágenes son pródigas
y el chispazo delicado del gozo
se cierran sobre la cintura
mientras se declara disidente.
Con fragmentos se construye el ánfora.
El descenso de la rueda termina.
La luz se hace forja
en su reflejo anónimo.
Cuando llegue el día
en que esté terminada
la forma entrará como aire
y un abrazador torrente
será murmullo.
De Giuseppe Arcimboldo
se ha dicho
que inventaba rompecabezas.
De: "Polvo de Ángel"
MIRANDA GUERRERO VERDUGO
6.
En
plena noche,
Mamá se quiebra
sin que nadie la hubiese tocado
Mamá se quiebra
sin que nadie la hubiese tocado
De: “La cal de sus manos”
MARÍA CHOZA
El
tumor del pez
Un
cirujano se gradúa haciendo un pajarito de origami.
Hay
que quitarle un tumor al pez.
Practico
haciendo muchos pajaritos de origami, pero no tenemos peces.
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