martes, 5 de marzo de 2019


CATALINA GONZÁLEZ RESTREPO





Cristal



La imagen se repite
como una pesadilla infantil.
El cuerpo de la juventud
reflejado en habitaciones
donde los espejos cubren las paredes
y el miedo se confunde con la inocencia.
Aprendimos el juego del deseo
hasta la vergüenza,
hasta quedarnos sin cuerpo
ni espejo.



ABRIL MEDINA






Te han dicho que la sobriedad es un regalo y no un precio
que entender el cauce o germen o topografía con la cara inválida
siempre apegada al natural estado de sus músculos
es la forma correcta de percibir las cosas
que los cálculos exactos y su organizada noción del infinito
justifican esas ganas de  sacar la cabeza por la ventana
auto en movimiento
y descifrar la ecuación
cuántos minutos a ochenta kilómetros por hora
qué distancia antes del golpe con otro carro
justo ahí donde te metieron que todo es serio y legislable
justo ahí
medir la probabilidad de que sea boca o nuca

te han dicho que la estabilidad atiende a una necesidad más básica que el alimento
                                                                                                                      [o la violencia
que tomar un café todas las mañanas a la misma hora es saludable y seguro
o invertir en lentes que prometan mantener tus ojos fijos en la realidad más pesada
más precisa
para que te ahorres como toda persona inteligente
los comentarios más vulgares
que la erudición se esconde bajo un rostro siniestro
y la evolución consiste en desechar el impulso
esas ganas de ponerte tan ebrio
que las ratas y los basureros funjan de interlocutor
o te abraces a un semáforo y cierres los ojos y los abras
jugando al azar con el verde con el rojo
y olvides inmediatamente cuántas veces aparecieron
no sepas qué color ha ganado y en la confusión decidas que odias los semáforos
                                                                                                                [y de paso los autos
te han enseñado una selección estricta de buenas actitudes que se resumen en la misma
coagular tu carácter hasta formar un engrudo muy tranquilito
con apariencia de especímen sano
de buen ejemplar en sociedad
muy quietesito y con facha de genio
hay perros brillantes que nunca ladran y a veces
imaginas desde tu  elegancia cómo sería oler el culo de la señorita dispensaria
o el joven que reparte comida china a domicilio
eres muy educadito
se te nota
sobrepeso de mentiras

pero te han dicho que la sobriedad
el vocabulario responsable y adecuadamente pronunciado
la jotería de disculparte cuando expresas tu opinión
y que brillen los zapatos
y los grados de un triángulo siempre son ciento ochenta pero jamás de alcohol
eso no, muy mal
aunque tú piensas en triángulo y en tu mente aparecen tres mujeres con las piernas
                                 [abiertas tocándose los pies y sus vaginas ardiendo a cuarenta grados
pero no, muy mal
faltan números para que la metáfora sea conveniente
y la ciencia ha dicho que los animales ven en blanco y negro
así que no lo dudas
no lo cuestionas
es más digno repetir que no conocen el morado
a concebir tres mujeres en combustión sexual a cientoveintegrados de ninfomanía 
                                                                                                                               [triangular                                                                                                                           estas jodido
bien jodido
eso no te lo habían dicho.


CORAL BRACHO





Sombra



Por la sombra
que formulan los pliegues
sobre el muro de cal
nadie descifraría la forma de esta apacible
cortina azul:
triángulos, fauces, crestas,
estalactitas, bloques agudos
y caóticos.


JORGE EDUARDO EIELSON





Ceremonia solitaria bajo la luz de la luna



La masturbación es un caballo blanco
Galopando entre el jardín
Y el baño de mi casa
La masturbación se aprende
Mirando y mirando la luna
Abriendo y cerrando puertas
Sin darse cuenta que la entrada y la salida
Nunca han existido
Jugando con la desesperación
Y el terciopelo negro
Mordiendo y arañando el firmamento
Levantando torres de palabras
O dirigiendo el pequeño pene oscuro
Posiblemente hacia el alba
O hacia una esfera de mármol tibio y mojado
O en el peor de los casos
Hacia una hoja de papel como ésta
Pero escribiendo tan sólo la palabra
Luna
En una esquina
Pero sobre todo
Haciendo espuma de la noche a la mañana
Incluidos sábado y domingo.


De: "Ceremonia solitaria" 


JULIA PRILUTZKY





No sé si es el amor el que regresa...



No sé si es el amor el que regresa
brotando entre la sombra temerosa,
si es un viejo cansancio que reposa
o una pasión impune que no cesa.

Mi corazón a solas se confiesa
mientras calla la boca perezosa:
nunca fue su verdad tan nebulosa,
nunca fue la penumbra más aviesa.

Yo sé que no es antorcha ni ceniza,
ni tierra fiel, ni duna movediza
ni el asombro total ni la experiencia.

Pero igual que un torrente trascendido
retomo el cauce del amor perdido:
no perturba el estar sino la ausencia.



JUAN SANCHÉZ PELAEZ





Si vuelvo a la mujer...



Si vuelvo a la mujer, y comienzo por el pezón que me trae
      desde su valle profundo, y recupero así mi hogar en el
      blanco desierto y en la fuente mágica.

Si alzando los brazos, corto la luna.
Si pregunto: ¿y nuestro amor?
Si ella y yo nos encontramos muy ufanos.

Si la mujer sensible se inclina de nuevo a la tierra, Estrella
      cálida, azul y azur.

Si se detiene bajo la lluvia, inmóvil, más inmóvil que todos
      los siglos reunidos en una cáscara vacía.

            Si en la grey estamos de paso y vamos aprisa. si la
            vida teje la trama ilusoria. si es difícil en las
            condiciones en que trabajo, ser la compasión de nadie.

Sin fingir y sin apoyo en las varillas mágicas de la loba,
      no olvidas comenzar por el pezón.

Si con el mismo ojo del precioso líquido que es la tarea
     de las nubes.

Si son desenvueltas mis maneras me pesa el habla.
Si no nos pillan.
Si salgo en lugar de los pensamientos.
Si borro el brote difuso en mi desvelo.
Si hace frío, si la mañana es clara.
Si vuelvo a ti, si muero, si renazco en ti.

Sí, en el interior; es mi promesa. Si esta irisada raya,
      relámpago súbito, oh Solo de sed.


De: "Lo huidizo y permanente"