"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 17 de octubre de 2012
ALFONSINA STORNI
El
divino amor
Te
ando buscando, amor que nunca llegas,
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.
Las
tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarme, ¡oh niño!, te me niegas.
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarme, ¡oh niño!, te me niegas.
Mira
que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.
Sálvame,
amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
HOMERO ARIDJIS
Un
poema de amor
Cuando
hable con el silencio
cuando sólo tenga una cadena
de domingos grises para darte
cuando sólo tenga una cadena
de domingos grises para darte
cuando
sólo tenga un lecho vacío
para compartir contigo un deseo
que no se satisface ya con los cuerpos de este mundo
para compartir contigo un deseo
que no se satisface ya con los cuerpos de este mundo
cuando
ya no me basten las palabras del castellano
para decirte lo que estoy mirando
para decirte lo que estoy mirando
cuando
esté mudo de voz de ojos y de movimiento
cuando
haya arrojado lejos de mí
el miedo a morir de cualquier muerte
el miedo a morir de cualquier muerte
cuando
ya no tenga tiempo para ser yo
ni ganas de ser aquel que nunca he sido
ni ganas de ser aquel que nunca he sido
cuando
sólo tenga la eternidad para ofrecerte
una eternidad de voces y de olvido
una eternidad de voces y de olvido
una
eternidad en la que ya no podré verte
ni tocarte ni encelarte ni matarte
ni tocarte ni encelarte ni matarte
cuando
a mí mismo ya no me responda
y no tenga día ni cuerpo
y no tenga día ni cuerpo
entonces
seré tuyo
entonces te amaré para siempre.
entonces te amaré para siempre.
CHARLES BUKOWSKI
Abraza
la oscuridad
La
confusión es el dios
la locura es el dios
la locura es el dios
la
paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.
es la paz permanente de la muerte.
La
agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
no
olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.
aquí
en Estados Unidos
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.
La
gente que cree en la política
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas
no
hay dios
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes
mantente
alejado de dios
permanece angustiado
permanece angustiado
deslízate.
Versión de Rafael Díaz
Borbón
TOMÁS SEGOVIA
El
extranjero
No
le toques los pechos Extranjero
A esta sombra con fiebre que esta noche
Anocheció tan hembra
Por los linderos de los residentes
Todo el verano es de ellos
Escúchalos dichosamente extraviados
Sin saber cómo hacer
Para entender bajo sus propias voces
Este lamento de la plenitud
Que tan claro se oye en tu silencio
Y tienes que vagar a solas
Por las quietas afueras de su fiesta
Y poner sólo ecos distantes
En tu ramo nocturno en la sombra cortado
Y bañarte tan solo en murmullos de espumas
No saben que su amo
Tiene en ti un siervo más
Que también el verano te devuelve un rato
Tu corazón con llaga
Nadie sabe aquí el nombre
De tu amor extranjero
Y tienes que alejarte al borde de la noche
A decirlo a sus muertos
Que duermen allá afuera y que piensan en ti
Tras sus pesados párpados cerrados.
A esta sombra con fiebre que esta noche
Anocheció tan hembra
Por los linderos de los residentes
Todo el verano es de ellos
Escúchalos dichosamente extraviados
Sin saber cómo hacer
Para entender bajo sus propias voces
Este lamento de la plenitud
Que tan claro se oye en tu silencio
Y tienes que vagar a solas
Por las quietas afueras de su fiesta
Y poner sólo ecos distantes
En tu ramo nocturno en la sombra cortado
Y bañarte tan solo en murmullos de espumas
No saben que su amo
Tiene en ti un siervo más
Que también el verano te devuelve un rato
Tu corazón con llaga
Nadie sabe aquí el nombre
De tu amor extranjero
Y tienes que alejarte al borde de la noche
A decirlo a sus muertos
Que duermen allá afuera y que piensan en ti
Tras sus pesados párpados cerrados.
RUBÉN BONIFAZ NUÑO
Mariana
Por
encima de todo, simple y fuerte,
tu vocación para la desventura.
La esperanza y la celda de amargura
y tu sueño incapaz de contenerte.
tu vocación para la desventura.
La esperanza y la celda de amargura
y tu sueño incapaz de contenerte.
Ciega
sin lumbre miras, de tal suerte
que coronas de espinas tu cintura,
y tu amorosa enfermedad madura
por encima del sueño y de la muerte.
que coronas de espinas tu cintura,
y tu amorosa enfermedad madura
por encima del sueño y de la muerte.
Desventurada
y sola; abandonada
como las conchas de una playa triste.
Ruinas en soledad, despojo, sombras.
como las conchas de una playa triste.
Ruinas en soledad, despojo, sombras.
Por
encima de todo, tu mirada
te devuelve una imagen que no existe.
Y llamas con dolor, y a nadie nombras.
te devuelve una imagen que no existe.
Y llamas con dolor, y a nadie nombras.
GIOCONDA BELLI
Y...
Y
va naciendo
el pretexto para decir tu nombre
en la noche remojada,
tierna y húmeda
como la flor de grandes ojos abiertos
y pétalos palpitantes
en la que me envolví
en lo más profundo del sueño,
para dibujar tu nombre
en todos los rincones
donde he vivido y viviré
hasta que me lleve el viento,
como semilla,
a dar flor a tierras desconocidas
y me encarne quizás en la niña
que oirá historias
en las tardes iguales de Nicaragua
con el olor a tierra naciendo,
urdiendo en sus entrañas
la vida verde del trópico lujurioso
como yo, como vos,
como las hojas en que nos envolvimos
cuando nos arrojaron del paraíso.
el pretexto para decir tu nombre
en la noche remojada,
tierna y húmeda
como la flor de grandes ojos abiertos
y pétalos palpitantes
en la que me envolví
en lo más profundo del sueño,
para dibujar tu nombre
en todos los rincones
donde he vivido y viviré
hasta que me lleve el viento,
como semilla,
a dar flor a tierras desconocidas
y me encarne quizás en la niña
que oirá historias
en las tardes iguales de Nicaragua
con el olor a tierra naciendo,
urdiendo en sus entrañas
la vida verde del trópico lujurioso
como yo, como vos,
como las hojas en que nos envolvimos
cuando nos arrojaron del paraíso.
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