"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 15 de enero de 2020
RAQUEL VÁZQUEZ
Raíl
Todos
tus sueños hechos ventanilla.
Cargas
con lo correcto, sin defraudar a nadie.
Y
para los andenes te has roto la mirada.
Un
millón de caminos
perpetran
en tu espalda los recuerdos
que
has llevado a desguace en el futuro,
que
no han sido presente.
Tu
equipaje es, te dices, el que te corresponde.
El
único posible.
Para
aliviar la herida,
sólo
sabes cerrar fuerte los ojos.
KRIS VALLEJO
Hotel de terciopelo
Oigo
los vestidos tibios que tintinean al tocarse
asidos
al peso de un pulmón
El
alegre paso de las llaves por la lengua de mi alfombra
un
laberinto en las manos del vértigo
Me
pagan por abrir ventanas en paisajes sumergidos
y
enterrar cadáveres que amenazan con volver
En
el ático escondo tormentas
y
la palabra gastada de hombres crueles
Aquí
se paga con profecías
todo
permanece en la humedad de mis cerrojos
¡Fíjate
cómo sangra esta noche sin orillas!
¿acaso
no sientes pena por mi respiración?
¿por
mis orígenes de cantera y mineral?
A
mí me pagan por recordar
las
sábanas mudas los huesos negros
la
curva de un pecho en el espejo
y
el final de tantos caminos
Toda
mi vida se resume
en
un cementerio de tigres sin memoria
CARLOS VILLALOBOS
Diosa de los viernes
Pinta
ya tus labios con el magma de los tigres
y
ven conmigo a los altares de la cama.
Pinta
ya tus uñas con la sangre de la noche
y
ven a emborrachar de Venus este mito.
Ensilla
los gatos de correr a la batalla,
carga
las ballestas ya de pájaros en celo,
y
deja que ancle un barco de guerra en tu cintura.
Vamos,
Freya, suelta ya los linces boreales de tu pelo.
Vístete
de llama y baila a quemarropa este deleite.
los
rincones de la Tierra.
MARISA MARTÍNEZ PÉRSICO
Poética ambulante
Volver
siempre
venir de alguna parte
invocar
el ritual
de
la mudanza.
MARIA MERCÈ MARÇAL
Cuando,
en pleno deshielo,
el
río remonta
hacia
la fuente,
y
su curso sesgado se alimenta
lo
mismo que un espejo
de
tu faz, y apartado
de
ti me lo devuelve,
convertido
en tiniebla
y
en deslustrado espanto…
Názcanme
ojos de ciega,
unos
ojos vivientes
en
la punta del dedo
con
el fin de leerte y no perderme
en
viejos simulacros
sin
contornos
que
al igual que un remanso
me
devoran la noche.
Versión de Clara Curell
DULCE MARÍA LOYNAZ
Eternidad
En
mi jardín hay rosas
yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...
En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...
En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o ésta muda tristeza
que no comprenderás...
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
o quien lleva en la frente
algo de eternidad...
Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.
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