jueves, 5 de agosto de 2021


 

ROBERTO MALATESTA

 

  

El mediodía pareció quebrarse en un trueno



El mediodía pareció quebrarse en un trueno.
La tarde, como en un cuadro de Bruegel,
transcurre a oscuras mientras yo en su seno
me guarezco. Afuera zinnias, del largo letargo
del sopor buscan alzarse. Cuando al fin
la lluvia llega, bajo el filo de una tenue luz,
pisándome la sombra, renuevo votos de silencio.


HOMERO PUMEROL

 


 Los poetas de ciudad nueva

 


Vienen por el malecón desnudos fumando galones de rinse y shampú
Vienen dando brincos desnudos como una bola de jabón de cuaba que lo derrumba todo resbalan en la mierda de los viralatas mientras los palomos saltan por los arrecifes.

 

La gente se sube a las aceras y abre paso
los cascos negros reparten macanazos, muñecas y bicicletas.

 

Por eso las ambulancias están llenas
por eso los bomberos cogen fuego con las cámaras y las maracas
con las grúas y el palco del Sr. presidente
por eso las diputadas comen mierda y las niñas reparten romo, cerveza y menta
para que la gente no se asfixie.

 

Los poetas de Ciudad Nueva
una comparsa patrocinada por Batissa, "Todo tipo de uniforme".

 

Vienen seguidos de Los Reyes Magos y Los Ninjas
con un letrero gigante y ningún tipo de uniforme.

 

Patá y trompá
patá y trompá
Shorín Rijiú Karate Do
Esta es la lucha libre internacional
Desde la curva de la muerte hasta el obelisco hembra
Desde el canal de la mona hasta la avenida del puerto
Desde el palacio de la esquizofrenia hasta perder el sentido
Y otra vez a La Victoria y al puente flotante.

 

Patá y trompá
patá y trompá
Pa chichá
pa chichá
Patá y trompá.

 

Fuete, galleta, frío-frío
Una bola de vómito por la cuneta
Pitos, patá y trompá
fuete y frío-frío.

 

Fantasmas envueltos en fundas de colmado
Sombras de trapos haciendo catas de kungfú a medio día por la calle El Conde
Un coro rígido y tembloroso que recita el último mantra del deseo
"en toy toy, en toy toy, yo soy uno solo"
Concentrados en cada culo que pasa
"ese es más grande que el edificio azul de Telemicro y La Opción de las doce"
señalan el Ozama con ojos ahogados y se echan a perder entre los escaparates.

 

Vienen cuidando cada movimiento "el que pestapierde ñea"
señalando un francotirador en Los Molinos

 

Patá y trompá
patá y trompá
Pa chichá
pa chichá
Shorín rijiú karate do.

 

Vienen gritando con altoparlantes "esta es la lucha libre internacional", "lo que traigo es salsa, cosa buena", anunciando la salvación de todos los incautos con beepers, celulares y antenas asesinas.

 

La poesía perseguida por Los Reyes Magos, Los Ninjas y el Gran Dragón del Espacio,
Anunciando el año nuevo chino, la resurrección y segunda venida del Cantante,
nuestro Señor altísimo, su majestad Héctor Lavoe.

 

Patá y trompá
patá y trompá
Shorín rijiú karate do
Desde la avenida del puerto hasta la curva de la muerte.

 

ANTONIO LAU PIÑA

 

 


Numb

 

 

Toda la tristeza
del mundo
cabe
en un
estómago.

 

 

CITLALI SANTOS

 

 


De gritos, el gallo

 


El hastío me anuda la garganta
y me crecen, en las tripas, los cardos.
Explotando del cuerpo mis sueños,
 liendres entre dos uñas.
El ruido me ha dejado sobre el cerro
por allá, caminando.
No encontrando calma
en mi ruina, hoguerra.
Ando por la vida (cuando fue)
sin misiles.
Sobreviviendo por costumbre a la derrota de esta áspera existencia perra.

 

 

SANTIAGO ANTONA

 

  

 

En el campo hemos nacido con una vida a cuentagotas,
cosechas en dominios que no son de nosotros,
derechos que no gozamos
tierras que no son nuestras tierras.
Este sitio es hacer del alimento
una mesa vacía en otra casa,
es tolerar que el rico diga
si quieren sembrar que siembren en macetas
y rogarle porque sean sus manos
aquellas que nos las entreguen.
Aquí tenemos una virgen por estandarte
y un Dios que no soporta
ver la vida que nos ha dado.
En el campo hemos nacido medio muertos.

 

 

 

TERESA NOYOLA

 

 

 

Abierta

 


Tu cuerpo, Madre, apenas llegado, decía:

Estoy ausente.

A esto le he llamado escribir.

María Negroni, El corazón del daño

 

 

La puerta está abierta mientras

la animala simbólica lee poesía y toma un té,

la puerta, abierta.

Abierta está la puerta,

de par en par, cínica

como una mala broma.

La mujer observa y estudia el significado,

claro que inquieta que la puerta esté abierta.

 

Se puede meter:

un demonio, un nahual, un fantasma,

un tipo de vampiro hasta ahora innombrado.

Se puede meter un desconocido,

un sádico, un fanático religioso.

Puede llegar sin avisar un aire enfermizo,

un grito ajeno.

 

La mujer lee en formato digital

el dolor de una poeta y su madre,

es poesía el dolor de ambas,

la pregunta por la ausencia,

la creación de sentidos en el vacío,

y es poesía la puerta, riente,

que debe estar cerrada.

 

Y a la hora de dormir, es decir, cualquier hora,

la mujer cierra la puerta,

como lo ha hecho ya innumerables veces

que ésta se ha abierto.

 

No más preguntas,

ni creación alenguada.

 

Después de cerrada la puerta,

la mujer con su dolor y el de la poeta

y el de sus madres,

se dirige a la cama,

la guarida fría que necesita

para que todas ellas descansen.

 

Soñar para dormir,

para no estar ni con el dolor

ni con la madre

ni con la puerta que se abre.

 

Sueña que está en su casa

y todo es cotidiano,

llano, hermoso.

Las voces de todas ellas

son ahora tranquilidad sibilante.

Podría ser una belleza imperturbable,

hasta que comete un error.

La mujer, en continuo retorno

de los ángeles que no alcanza,

curiosa,

se asoma por la ventana,

ojo luminoso hacia fuera.

 

Con horror observa la entrada principal,

es intolerable:

la puerta está abierta.

Y cualquiera puede meterse.