"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 3 de diciembre de 2019
ROBERT FROST
El potro desbocado
Tiempo ha, cuando la nieve empezaba a caer,
nos detuvimos junto, a unos pastos... ¿De quién será
aquel potro?", dijimos. El pequeño Morgan había
puesto una pata delantera sobre el muro de piedra
y la otra sobre el pecho, encogida. Agachando
la cabeza, nos contempló un instante y huyó.
Escuchamos el diminuto retumbo de su fuga,
y nos pareció verle, una sombra gris recortándose
contra el inmenso cortinaje de los copos de nieve.
"Ese pequeño está asustado de la nieve que cae.
No conoce el invierno. Para ese pequeñuelo
no es cosa baladí. Y huye trotando.
Ni su madre podría decirle: «¡Quieto! ¡Es sólo el tiempo!»
El pensaría que ella sólo habla por hablar.
¿Dónde estará su madre? ¿Por qué no va con él?"
El potro ya regresa con su pétreo repiqueteo,
salta de nuevo el muro con ojos blanquecinos
y erguida la cola sin pelo.
Hace temblar su piel como si sacudiera moscas.
"Quienquiera que deja ese potro afuera tan tarde,
cuando los demás animales están en el establo,
hay que avisarle para que salga y lo haga entrar."
Versión de Agustí Bartra
Tiempo ha, cuando la nieve empezaba a caer,
nos detuvimos junto, a unos pastos... ¿De quién será
aquel potro?", dijimos. El pequeño Morgan había
puesto una pata delantera sobre el muro de piedra
y la otra sobre el pecho, encogida. Agachando
la cabeza, nos contempló un instante y huyó.
Escuchamos el diminuto retumbo de su fuga,
y nos pareció verle, una sombra gris recortándose
contra el inmenso cortinaje de los copos de nieve.
"Ese pequeño está asustado de la nieve que cae.
No conoce el invierno. Para ese pequeñuelo
no es cosa baladí. Y huye trotando.
Ni su madre podría decirle: «¡Quieto! ¡Es sólo el tiempo!»
El pensaría que ella sólo habla por hablar.
¿Dónde estará su madre? ¿Por qué no va con él?"
El potro ya regresa con su pétreo repiqueteo,
salta de nuevo el muro con ojos blanquecinos
y erguida la cola sin pelo.
Hace temblar su piel como si sacudiera moscas.
"Quienquiera que deja ese potro afuera tan tarde,
cuando los demás animales están en el establo,
hay que avisarle para que salga y lo haga entrar."
Versión de Agustí Bartra
VICENTE NÚÑEZ
Ser o no ser
Tú eres lo que soy sin ti.
Y una voz de la calle sonó en mi intimidad. Supe que
estaba muerto.
Cuando huyo, hallo.
El ser no es Sustancia, es relación.
Soy más que el que arrastro conmigo.
Conseguí perder lo que jamás tuve: cabeza.
Soy quien fui cuando encontré lo que no sería.
Quiero tener la edad que no tuve cuando tenía quince
años.
Si puedes, sé siempre como no eres.
Lo que atrae de un ser humano es su peligrosidad. Es
lo único digno de su conquista.
Avanzaron hacia el desconocimiento de sí mismos.
Nadie es profeta en su casa. Ni siquiera en su cama.
Puede un hombre ser esclavo de sí mismo, pero sólo en
la medida de su señorío de sí.
Tú eres lo que soy sin ti.
Y una voz de la calle sonó en mi intimidad. Supe que
estaba muerto.
Cuando huyo, hallo.
El ser no es Sustancia, es relación.
Soy más que el que arrastro conmigo.
Conseguí perder lo que jamás tuve: cabeza.
Soy quien fui cuando encontré lo que no sería.
Quiero tener la edad que no tuve cuando tenía quince
años.
Si puedes, sé siempre como no eres.
Lo que atrae de un ser humano es su peligrosidad. Es
lo único digno de su conquista.
Avanzaron hacia el desconocimiento de sí mismos.
Nadie es profeta en su casa. Ni siquiera en su cama.
Puede un hombre ser esclavo de sí mismo, pero sólo en
la medida de su señorío de sí.
De: "Sofisma"
LINA ZERÓN
A todos los he amado
Te
advierto que cuando muera,
ellos
buscarán mis cenizas
esparcidas
en el viento,
recordarán
el rojo profundo de mis besos
y
el azul revuelto de mis mares.
Volverán
a la playa de olas satisfechas,
donde
mi piel gemía en sus cuerpos,
se
buscarán en cada uno de mis poemas
y
en silencio gritarán mi nombre ante el espejo.
A
todos los amé por igual:
nunca
necesité descanso o más pulmones,
todos
tuvieron su sitio y su tiempo,
siempre
tejí océanos de ternura
con
hilos de caricias en cada encuentro.
La
vida pasa y la lluvia seguirá cayendo,
Mas,
día a día recordaré cada nombre,
cada
rostro, torso, manos, boca,
los
“te quiero” y las despedidas.
Así
que hoy tu traición no me derrumba,
hoy
el amor encerró a sus mendigos;
todo
será perfecto,
tú
vendrás oliendo a fresco,
bien
vestido,
cabello
en orden;
yo
besaré tus labios
y
en tus labios, te prometo,
recordaré
todos las bocas que he besado.
De: “Nostalgia de vida”
JUAN JOSÉ ARREOLA
Inferno V
En las altas horas de la
noche, desperté de pronto a la orilla de un abismo anormal. Al borde de mi
cama, una falla geológica cortada en piedra sombría se desplomó en
semicírculos, desdibujada por un tenue vapor nauseabundo y un revuelo de aves
oscuras. De pie sobre su cornisa de escorias, casi suspendido en el vértigo, un
personaje irrisorio y coronado de laurel me tendió la mano invitándome a bajar.
Yo rehusé amablemente,
invadido por el terror nocturno, diciendo que todas las expediciones hombre
adentro acaban siempre en superficial y vana palabrería.
Preferí encender la luz y me
dejé caer otra vez en la profunda monotonía de los tercetos, allí donde una voz
que habla y llora al mismo tiempo, me repite que no hay mayor dolor que
acordarse del tiempo feliz en la miseria.
De: “Prosodia”, en Bestiario.
SAUL IBARGOYEN
Basura
Basura
es el nombre
de
la piel que arrastro:
ven
a mirar acércate
sí
realmente
a
todo esto que ahora sucede
a
través de las calles
largamente
ensombrecidas:
La
gente pasa otra vez
vuelve
a pasar
con
los difíciles huesos
anudados
a la espalda:
Mira
esas manos
metidas
entre fideos
y
arroces descompuestos:
Y
esos rostros
que
mastican el propio diente
desfibrado
y tenaz:
No
hablo ahora
de
los hombres pequeños
balbuceantes
que apenas chupan
una
teta de cuero confuso
un
pezón de trapo alucinado:
Nada
digo entonces
no
menciono perros galopantes
ni
caballos suspirando
de
sed y desventura:
No
me ocupo de pájaros
ni
de gorriones oscuros:
Gaviotas
chillantes y asesinas
no
tienen aire abierto
en
mis palabras:
Pero
digo que los vientos del verano
llevan
una espina de frío
inmóvil
en su fuego:
esos
vientos beben un olor
de
trizados metales
de
cuchillos coagulados
de
cobijas sudadas y cagadas por la muerte:
Y
vuelvo a decir no
a
las canciones lejanas
al
beso que fermenta
en
las almohadas
al
sueño alterado
en
el sopor de los párpados:
Basura
es el nombre
que
pisan mis zapatos
y
la lengua se encoge
en
su saliva
permanece
como un sórdido animal
de
imposibles palabras:
No
hay arenas aquí
derrotadas
por el Sol
y
su semen transparente:
No
están los pinos las vides
los
flamboyanes los abedules
los
magueyes las higueras:
No
está la verde sal
de
los mares iluminantes
ni
el sabor del ron
en
las bocas que amamos:
Pero
sí acércate entra
con
todo tu rostro
en
este espejo
descarnado
por la luz:
impuro
es el cristal
que
se traga gestos en tensión
y
ademanes desgajados:
Y
las calles siguen fluyendo
ahora
que la lluvia
declina
y el calor abre
sus
espinas despiadadas:
Salta
del entrelabio
un
vómito inesperado
se
encrespa la fiebre
en
la tormenta
de
un corazón carcomido
por
los coágulos
se
adensan en el suelo
las
babas declinantes
que
la noche acumula:
Basura
es el nombre
de
las palabras que arrastro
de
las lágrimas escuchadas
en
un vientre
que
la violencia del amor
inflama
y destruye:
Nombres
son
nada
más que otros nombres
atados
a esta lengua
nada
más que designaciones
indicios
rumorosos
rumbos
oscuros
sobre
una región blanca o amarilla:
Basura
son también
fermentada
en ritmos de avidez
bocas
incesantes
labios
tronchados
tubos
temblorosos
gases
quemados por todos los fuegos
del
día de hoy:
tiempo
aplastado
entre
sábanas muertas:
Y
tú mira
en
este único momento
la
mugre caída
como
un fruto terminado
fuera
de tus párpados
como
una figura de polvo
flotando
en el barro
de
la calle que no acaba de pasar:
Ven
a ver tu cara
metida
entre las hojas
clavada
en la hierba que se pudre:
tu
sonrisa tan sin carne
que
los jugos se hunden
en
un pozo estrecho de acidez:
Ven
a mirarte
caminando
sola o solitario
por
encima de un légamo
oloroso
a moscas moribundas
a
pieles de frutas masticadas
a
hocicos de viejos perros
totalmente
entristecidos
porque
en ellos lo humano
se
perdió en el rápido vértigo
de
un ala reseca
de
una semilla quebrándose
de
un sucio ladrillo de silencio:
Porque
nada completo existe
debajo
de estas burbujas crepitantes:
qué
luz enrojecida saltará
desde
tantas vísceras en desorden
desde
tantas raíces despedazadas
tantas
banderas sin imagen
sin
aire liberado sin ningún color:
Por
eso aquí tampoco aparecen
los
pájaros anunciantes del verano
los
árboles del cielo verdecido:
para
qué tocar
el
nombre de las golondrinas
la
dimensión de los tallos
las
ramas los troncos insaciables:
Solamente
palabras
solamente
basurales suciedad
desechos
sonidos restos
gritos
barreduras aliento
ripios
desperdicios barrizales
carroña
sílabas:
Solamente
palabras
aquí
son nombradas
escritas
con intención de sangre:
Ven
a escarbar
en
medio del humo destripado
de
las cáscaras hambrientas
mientras
se levanta el verano
en
sus fuegos finales
y
transcurren los esqueletos
de
los carros
los
carretones descalzos
las
carretas agobiantes:
Y
tú que has venido
a
dar testimonio
ya
no eres
lo
que eres
porque
tampoco serás
lo
que serás:
Y
todas las palabras no son
solamente
estas palabras:
deben
crecer tal vez extenderse
más
allá del nombre
de
la basura que nombran y arrastran
por
la áspera ciudad
donde
cruje el silencio.
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