miércoles, 7 de abril de 2021


 

DIEGO MONTES

 

 

 

Desaparecido AC07/GMX20-086

 



Un cuerpo cae,
se arroja de una ciudad,
una palabra llueve cada vez que callan las aves de malagüero.

 

La caída del cuerpo duele
cuando queda despierta la palabra,
agita los pulmones y gira en un vacío
mientras la sangre emerge desde el latido de los cuerpos.

 


SASIL SÁNCHEZ

 

  

 

Nuestra casa

 

 

Construyo nuestra casa, mujer,
he de necesitar tus cabellos 
para hacer el amarre de las maderas;
tus piernas largas, 
para reforzar los pilares;
la suavidad tu piel 
para poder vestirla;
los dedos de tus manos
para poner bajareques alrededor;
Construyo nuestra casa, mujer, 
he de necesitar tus labios, 
para ponerle la puerta;
tus dos ojos, 
para hacer las ventanas;
construyo nuestra casa, mujer, 
he de necesitar todo de ti para poder cimentarla.

 


LOURDES FERRUFINO

 

 

 

Comercio y magia

 

 

Transita una horda de muchachas
con paso firme frente a la catedral
Tomadas de las manos
Fatídicas
Impolutas
Expectantes
Andróginas.

La más joven
lleva una flor iridiscente sobre su pezón.

En la acera un muchacho
con camiseta de letras impronunciables
dos o tres demonios azules
contempla por azar
la belleza de un pezón desafiante.

El humus de un automóvil
nos despierta de ese leve sueño
interrumpido
por un pezón enarbolado
cual si fuese una abeja de luz.

 

 

THOMAS VINAU

 

 

 

El rey de las cenizas

 



Las ruinas de una tela de araña
las manchas de grasa de los dedos
el polvo aferrado a la luz
la cal de las gotas
un reflejo de olivo
un montón de hojas muertas
un resplandor
la baba de un caracol
una reminiscencia de sombra
y muy lejos
entre las ramas
el muslo azul del cielo

 
Todo
lo que la luz transporta
a través
del tercer cristal izquierdo
de la puerta-ventana
es mío.

 


ÁNGELA LEITE DE SOUZA

 

 

 

Perdí el tren

 

 

Perdí el tren
y el miedo
de perder.

 

Perdí el tren
y el miedo
de perder
trenes.

 

Perdí el tren
y el miedo
de perderte

 

Perdí el tren
y el miedo
de perderte,
¡tren!

 

Perdí el tren
por miedo
de perderte.

 

 


SHERKO BEKAS

 

  

 

Un telégrafo, no es de prisa… ni tampoco es un poema

 



En nombre de Halabja y cinco mil lunas

En nombre de Mawlawi* y cinco mil flores

En nombre de Goran**

y cinco mil palomas

A los científicos ingeniosos de: El país de Pushkin, El país de Jack London,

El país de Byron, El país de Juana de Arco, El país de Bismarck,

El país de Garibaldi, El país de Van Gogh,

El país de… El país de… El país de…

¡Gracias por ese regalo que colectivamente en la mañana del dia 16/3/1988

Desde Bagdad enviaron a las flores, las palomas,

los niños y la poesía de Kurdistán!

 

 

*Abdulrahim Mela Said Mawlawi Tawagozi (1806-1882), fue un poeta clásico kurdo nacido en Halabja.  

**Abdulla Goran (1904/05-1967) fue un poeta, periodista, activista político, profesor y políglota kurdo de Halabja. Es considerado el padre de la literatura kurda moderna. Como poeta, se esforzó por rechazar influencias extranjeras, en particular la métrica y el vocabulario de la poesía árabe clásica, a favor de los ritmos y las palabras kurdas más antiguas. Sus traducciones literarias incluyen El príncipe feliz de Oscar Wilde del inglés al kurdo, cuando en ese tiempo saber el inglés era muy raro en Kurdistán.