"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 22 de agosto de 2012
ALFONSO CANALES
El
poeta se lamenta de la fugacidad del querer humano
¿Adónde
va el amor, por más que duela
el corazón a cada estrecho paso;
con qué peso se hunde, en qué fracaso
el beso se anonada y se cancela?
el corazón a cada estrecho paso;
con qué peso se hunde, en qué fracaso
el beso se anonada y se cancela?
Abrígalo
si puedes: va que vuela
su precario calor, al cielo raso.
Mira que con frecuencia se da el caso
de que a la vuelta el velo se desvela.
su precario calor, al cielo raso.
Mira que con frecuencia se da el caso
de que a la vuelta el velo se desvela.
¿Adónde
vamos a parar con tanta
ráfaga que se va por un postigo,
si el cisne se nos muere cuando canta?
ráfaga que se va por un postigo,
si el cisne se nos muere cuando canta?
¿Qué
puede alimentarnos este trigo
que siempre se nos queda en la garganta?
¿Adónde vamos a parar, amigo?
que siempre se nos queda en la garganta?
¿Adónde vamos a parar, amigo?
ERNESTO CARDENAL
Epitafio
a Joaquin Pasos
7.
Ileana:
la Galaxia de Andrómeda,
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
AMANTE ELEDÍN
Eternidad
Si
la eternidad existe,
En ti tiene su entrada.
Si no tiene en ti su puerta,
Entonces,
La eternidad anda extraviada.
En ti tiene su entrada.
Si no tiene en ti su puerta,
Entonces,
La eternidad anda extraviada.
Si
la eternidad existe,
La creo en ti alojada.
Si no existe,
Entonces,
¿Qué es lo que me hace señas
desde tu hermosa morada?
La creo en ti alojada.
Si no existe,
Entonces,
¿Qué es lo que me hace señas
desde tu hermosa morada?
Si
la eternidad existe,
Y no tengo vista para verla en ti derramada,
Entonces,
Ciego estoy, vacío de ojos.
Si la eternidad existe,
Y no lo digo,
Entonces,
Ciega está mi poesía.
Y no tengo vista para verla en ti derramada,
Entonces,
Ciego estoy, vacío de ojos.
Si la eternidad existe,
Y no lo digo,
Entonces,
Ciega está mi poesía.
ANTONIA TORRES
Pláticas
I.-
Nuestra
conversación se vuelve
una sala de cine vaciándose lentamente
al terminar la película que nos deja inmóviles
mientras el acomodador nos mira ansioso
apurando la cháchara y el pasillo.
una sala de cine vaciándose lentamente
al terminar la película que nos deja inmóviles
mientras el acomodador nos mira ansioso
apurando la cháchara y el pasillo.
El
espacio en blanco que media entre tu taza y la mía
(o entre un extremo y otro de la cama)
es un vacío, un silencio, un no-lugar
de esos que en las ciudades acumulan hiedra,
basura
o crímenes.
(o entre un extremo y otro de la cama)
es un vacío, un silencio, un no-lugar
de esos que en las ciudades acumulan hiedra,
basura
o crímenes.
ARISTÓTELES ESPAÑA
La
Venda
La
venda es un trozo de oscuridad
que oprime,
un rayo negro que golpea las tinieblas,
los íntimos gemidos de la mente,
penetra como una aguja enloquecida,
la venda,
en las duras estaciones de la ira
y el miedo,
hiriendo, desconcertando,
se agrandan las imágenes,
los ruidos son campanas
que repican estruendosamente,
la venda,
es un muro cubierto de espejos y musgos,
un cuarto deshabitado,
una escalera llena de incógnitas,
la venda
crea una atmósfera fantasmal,
ayuda a ingresar raudamente
a los pasillos huracanados
de la meditación y el pánico.
que oprime,
un rayo negro que golpea las tinieblas,
los íntimos gemidos de la mente,
penetra como una aguja enloquecida,
la venda,
en las duras estaciones de la ira
y el miedo,
hiriendo, desconcertando,
se agrandan las imágenes,
los ruidos son campanas
que repican estruendosamente,
la venda,
es un muro cubierto de espejos y musgos,
un cuarto deshabitado,
una escalera llena de incógnitas,
la venda
crea una atmósfera fantasmal,
ayuda a ingresar raudamente
a los pasillos huracanados
de la meditación y el pánico.
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