miércoles, 3 de abril de 2013

PEDRO GARFIAS





Mi legado



Porque iba, porque venía,
no hallaba
lo que buscaba.
Nunca perderse quería
o podía.
¡Y ahora qué!
Otra vez ir y venir.
¡Y esto es vivir!
Esto es morir.

Si algo os pudiera dejar
¿qué sería?
Algo de lo que no tengo:
una mano, una sonrisa
triste, un corazón absorto,
una voz enronquecida,
un recuerdo ardiente, siempre
como una lámpara viva.
Y las alforjas repletas
de amistad y de poesía.

Ж

Hay quien ha escrito
con la mala tinta
que rasga el pliego
y ennegrece el aire.

Hay quien ha escrito
con azul de cielo
y quien con sangre.

Lo que será leído mañana
Dios lo sabe.

YOLANDA CASTAÑO




Para que venga una lluvia pura...


     Para que venga una lluvia pura sobre la miseria de no saberse nada,
pulsaremos los silencios hasta arrancar una uva demasiado violenta.


JOSÉ MARÍA FONOLLOSA






Lafayette Street




Esta es la mujer mía. Pueden verla,
no tengan pena, de perfil, de frente.
Pueden acariciarla con los ojos.
Está desnuda bajo su vestido. 

Es hermosa, ¿verdad? Todos lo dicen.
Ella también lo sabe. Es muy hermosa.
Mírenla de perfil, de frente. Desde
la uña del pie al cabello es muy hermosa. 

Hasta los automóviles más caros
frenan para admirarla cuando pasa. 

Vean a las demás. Se han vuelto feas
cuando ha entrado en el bar ella conmigo.
Y nada le pregunta a la cerveza
para hacer maravillas en la cama. 

Esta es la mujer mía. No, no hay otra
tan completa cual ella. Es una lástima
que no encuentren ustedes otra igual.
Pueden acariciarla con los ojos.


JUANA DE IBARBOUROU






Como una sola flor desesperada



Lo quiero con la sangre, con el hueso,
con el ojo que mira y el aliento,
con la frente que inclina el pensamiento,
con este corazón caliente y preso,

y con el sueño fatalmente obseso
de este amor que me copa el sentimiento,
desde la breve risa hasta el lamento,
desde la herida bruja hasta su beso.

Mi vida es de tu vida tributaria,
ya te parezca tumulto, o solitaria,
como una sola flor desesperada.

Depende de él como del leño duro
la orquídea, o cual la hiedra sobre el muro,
que solo en él respira levantada.

ANTONIO MURCIANO






Canción de amor para el camino



¿Lo pisado es lo perdido,
lo por pisar el encuentro?
En saber por dónde vamos
consiste, amor, nuestro juego.

Tierra de donde venimos,
por donde fuimos viniendo,
por donde vamos, camino
de donde no volveremos.

Caminando escuchamos
los propios ecos.
Nada ni nadie somos
al detenemos.

Si la vida es camino,
caminaremos.
Yo, conmigo y contigo.
Tú, con mis sueños.

ESPERANZA ORTEGA





Perfume



Perfume
demasiado profundo
el esplandor

todas las luces encendidas

apenas roza
la penumbra en los labios
y desciendes

vas contando las huellas
que resplandecen a tu espalda
te empujan
a la casa vacía

una voz
ilumina la casa sin ventanas

todo espera
menos aquel perfume de las rosas
rendidas a la sombra de tu mano

ahora yace en la cumbre
como un león vencido

De "Lo que va a ser de ti"