viernes, 29 de abril de 2022


 

AURELIA CASTILLO DE GONZÁLEZ

 

 

¡Victoriosa!

 

 

¡La Bandera en el Morro! ¿No es un sueño?
¡La Bandera en Palacio! ¿No es delirio?
¿Cesó del corazón el cruel martirio?
¿Realizose por fin el arduo empeño?

¡Muestra tu rostro juvenil, risueño,
enciende, ¡oh Cuba!, de tu Pascua el cirio,
que surge tu bandera como un lirio,
único en los colores y el diseño!

Sus anchos pliegues al espacio libran
los mástiles que altivos se levantan;
los niños la conocen y la adoran.

¡Y sólo al verla nuestros cuerpos vibran!
¡Y sólo al verla nuestros labios cantan!
¡Y sólo al verla nuestros ojos lloran!

 

HORACIO CASTILLO

 

  

Arte poética

 

 

Soltar la lengua, de manera que no trabe el producto
que viene desde adentro, impulsado
por una fuerza superior
y el hábil juego de riñón y diafragma;
insistir presionando los músculos
como para expulsar
un caballo o un cíclope;
repetir el procedimiento
provocándolo inclusive con los dedos
o una materia acre,
hasta quedar vacío, sólo reseca piel,
odre para colgar del primer árbol,
extenuada matriz de lo volátil, acaso de la luz.

 

 

ZÉNO BIANU

 

 


Lengua sobre lengua

(sobre las “epifanías” de Claudine Bertrand)

 

 

abandona
el crepúsculo

deja que se hunda tu voz
lejos de los dioses celosos

bríndame tu penumbra

la muerte
nunca viene de fuera

tú la guardas en ti
como un continente sepultado

tú buscas la pátina
no el brillo
infatigable eternidad

el espacio de un nacimiento infinito
una verdadera respiración

Dios es un bebé que duerme

confianza
confianza ilimitada
en el instante

el mañana
es siempre la muerte

dejémonos habitar
seamos atravesados
tornémonos al fin porosos

las tumbas están siempre vacías
para los de los ángeles

prefiere el mundo
es un diamante febril

allá
donde todo es verdadero vértigo

allá
donde sólo tú lees el universo

yo camino
al margen de tus palabras

es aquel bosque de inspiraciones
lo reconozco

donde uno viene a vestirse de voz
para sostener el mundo

donde tú buscas
tu núcleo de rebeldía

para temblar justo
resonar cortante

luminoso doloroso
luminoso doloroso

llega la noche
tú dices
la garra de la palabra
el sexo de la voz

te deslizas
al interior de un vocablo
ves
el nacimiento del mundo

hay una brecha
en tu rostro

una presencia tangible
lejos de los simulacros

una brecha
que me revela

yo tomo tu cielo
como una mano tendida

pongo fin a tu ceguera
detengo tu cuenta regresiva

te veo
encuentras tu apoyo
sobre la tierra
con tus manos de noche

tus palabras vienen a mi boca

 

 

ARMANDO RUBIO HUIDOBRO

 

  

Fotografía

 

 

Si la vida consiste en poner caras
pondré unos ojos dulces
y labios sonrientes,
para que Dios, fotógrafo en las nubes,
complete su álbum familiar.

 

 

GONZALO ARANGO

 

  

Revolución

 

 

Una mano
más una mano
no son dos manos
Son manos unidas
Une tu mano
a nuestras manos
para que el mundo
no esté en pocas manos
sino en todas las manos

 

TERESA AMY

 

 

 

Palabras en la Estudiantina

 

 

I

a Eduardo Faget, in memoriam

 

 

¿baila? –
y adelantás el cuerpo
para que no me niegue
tensa percibo
olor a brea mezclado con perfume
un cuello de camisa clara, mangas cortas
vestido a lo paisano, pienso,
y Xandre que había dicho
arrastrando con un dejo de envidia:
“la gente de zapatos blancos
baila bien”
miro la llama de la vela, arriba
en la capilla cavada en la pared
no es momento de pensar, pienso,
quién habrá ofrecido ese conjuro
para atraer qué sed
(esta noche voy a preguntarle
a Eduardo);
ponés las manos impacientes
en la mesa,
me levanto y estiro la falda
en la cadera:
en cuanto a vos
no te mimetices nunca,
me gustan a muerte tus zapatos.