"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 8 de enero de 2022
ROZZ WILLIAMS
Para
mi madre
Escucho
a los vividores y andrajosos de casa
patear las cubetas
Toda la mierda corre por mi tierra
Puedo verlo pero no me importa
Nada es el más fino obsequio que puedes dar
Come mi carne y bebe mi sangre
Porque mañana seré crucificado
En mi pasado. Dolor, es nuestro botín en la vida
Al demonio con el místico español
que vive dentro de mí
Mejor el bardo de Nueva Jersey
Ojos oscuros, para mí, por favor [1]
artista perene, siempre el inocente
¿Qué sabes de la desesperación?
estas personas, no del todo ordinarias
no han conocido el dolor
que brota de la soledad
las noches vacías incluso cuando
ronquidos llenan el aire; coros de ángeles
no podrían iluminarlos
jamás han experimentado el regocijo,
ni el poder que llena la noche
Otros me han llamado por mi nombre verdadero
Me llaman espacioso, ¿me has visto alguna vez?
Nota:
Rozz Williams, seudónimo de Roger Alan Painter
ANNE BRONTË
Evocaciones
Si,
¡te has ido! Y nunca más
Tus sonrisas resplandecientes me llenara de gozo;
Pero puedo pasar la vieja puerta de la iglesia,
Y caminar el piso que te cubre,
Puedo
soportar el frío, la lápida húmeda,
Y pensar que, sobrecogido, en la tierra yace
El corazón más tranquilo que he conocido,
El más amable que nunca más conoceré.
Sin
embargo, aunque no pueda verte más,
Es un consuelo aún haberte visto;
Y aunque tu vida efímera se acabo,
Es agradable pensar lo que has sido;
Pensar
en un alma divina tan cercana,
Dentro de una especie de ángel tan bello,
Unido a un corazón como el tuyo,
Alegraste una vez nuestro ámbito humilde.
GEORGE MEREDITH
Lucifer
a la luz de las estrellas
En
una noche estrellada se levantó el príncipe Lucifer.
Cansado de su oscuro dominio, hizo girar al demonio
Por encima de la bola rodante en la parte de la nube protegida,
Donde los pecadores abrazaron su espectro del reposo.
Pobres presas de su arrebato de orgullo fueron esos.
Y ahora se apoyó en su ala occidental,
Ahora su enorme mole sobre las arenas de África se inclinaba,
Ahora el planeta negro estaba a la sombra de las nieves árticas.
Elevándose a través de zonas más amplias que pincharon sus cicatrices
Con el recuerdo de la antigua revuelta de Awe,
Llegó a una altura media, y en las estrellas,
Que son el cerebro del cielo, miró y se hundió.
Alrededor del antiguo camino marchaban, fila tras fila,
El ejército de la ley inalterable.
GEORGE ELIOT
El
mundo es genial
¡El
mundo es genial!
Los pájaros huyen de mí;
Las estrellas son frutos dorados
Sobre un árbol
Todo fuera de alcance
Mi hermana pequeña se fue y me siento solo.
¡El
mundo es genial!
Traté de subir a la colina
Sobre los pinos
Donde la luz yace tan quieta
Pero se elevó más.
La pequeña Lisa se fue y me siento solo.
¡El
mundo es genial!
El viento pasa corriendo.
Me pregunto de donde viene.
Los pájaros marinos lloran
Y lastima mi corazón.
Mi hermana pequeña se fue y me siento solo.
¡El
mundo es genial!
La gente se ríe y habla
Y haz unas vacaciones ruidosas.
¡Qué rápido caminan!
Soy cojo, me empujan.
La pequeña Lisa se fue y me siento solo.
BASILIO SÁNCHEZ
El
umbral
La
claridad se agota
sobre los pavimentos.
Poco
a poco se nos van las palabras,
se elevan por encima de la línea de sombras
que hay sobre nosotros.
La
altura de la mano que sostiene una vela
es la altura del mundo.
Aún
no tenemos nada, sólo el vaso de vidrio
que hemos puesto en la mesa, y la esperanza
que hace mover el agua.
Ya
todo está tranquilo:
la memoria vuelve verde las hojas;
el frío da reflejos
azules en los ojos; hay una flor oscura,
que todavía no es nuestra, en el umbral.
Un
corazón que late vertical en el suelo,
dispuesto a envejecer.
Mi
deuda con la vida es este hombre
del tamaño de un puñado de tierra
que ahora escribe.
CHARLOTTE MEW
En
el cementerio de Nunhead
Es
la arcilla la que une la tierra a su azada;
Llenando fosas año tras año:
Los otros se han ido; agotados,
Pero yo deseo permanecer aquí;
No
hay otro lugar para mí.
He visto este sitio desde las ventanas del tren,
Cortado contra el cielo,
Lloviendo contra mi rostro.
Hay
algo horrible en todas las flores;
En ésta en particular, deshecha en mi mano,
Es una de las tantas que te han honrado;
Y no vivirá otra hora pues hay cientos como ella;
Nadie extraña a una rosa muerta.
Yo
permaneceré aquí;
Donde el cielo aún puede verse;
Donde las casas se pierden en caminos altos;
Donde no hay nadie con quien hablar
A pesar de que todos aquí pronto estarán;
Justo encima de los campos donde las rosas crecen.
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