sábado, 8 de enero de 2022

ANNE BRONTË

 

  

Evocaciones

 

 

Si, ¡te has ido! Y nunca más
Tus sonrisas resplandecientes me llenara de gozo;
Pero puedo pasar la vieja puerta de la iglesia,
Y caminar el piso que te cubre,

Puedo soportar el frío, la lápida húmeda,
Y pensar que, sobrecogido, en la tierra yace
El corazón más tranquilo que he conocido,
El más amable que nunca más conoceré.

Sin embargo, aunque no pueda verte más,
Es un consuelo aún haberte visto;
Y aunque tu vida efímera se acabo,
Es agradable pensar lo que has sido;

Pensar en un alma divina tan cercana,
Dentro de una especie de ángel tan bello,
Unido a un corazón como el tuyo,
Alegraste una vez nuestro ámbito humilde.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario