lunes, 13 de mayo de 2019


ANNA DE NOAILLES





Tiempo para vivir



Ya la vida ardiente se inclina hacia la noche,
respira tu juventud,
el tiempo es corto que va desde la vid hasta la prensa,
desde el amanecer hasta el día en declive.

Mantenga su alma abierta a los perfumes de los alrededores, a los
movimientos de las olas, al
esfuerzo de amor, a la esperanza, al orgullo, al amor,
es lo profundo;

¿Cuántos han pasado de todos los corazones vivos
a la estancia solitaria,
sin haber bebido la miel ni respirado el viento
de las mañanas de la tierra,

cuántos han ido esta noche como
raíces de zarzas,
y quién no? ¡No he probado la vida donde el sol se
despliega y se hunde!

Ellos no
Cuyas manos estaban llenas,
Aquí están ahora en esta sombra donde uno duerme
Sin soñar y sin aliento.

- Tú, vivo, sé innumerable a fuerza de deseos,
de escalofríos y éxtasis,
apóyate en los caminos, donde el hombre debe servir,
Tu alma como un jarrón;

Combate cuerpo a cuerpo con los juegos de la época, presiona contra tu pecho
La dura y feroz vida;
Que la alegría y el amor canten como un enjambre
de abejas en tu boca.

Y luego verlos huir, sin remordimiento ni tormento,
Las orillas infieles,
Habiendo dado su corazón y su consentimiento a
la noche eterna... 


JOHN HAINES






La ciudad de Snowbound



Yo creo en esta magnificencia estancada,
este agitado caos de tráfico,
una bestia con columna rota,
su voz ronca encapuchada en plumas
y niebla los ojos desconcertados
guiño ámbar y oscurecer lentamente.

De hombres y mujeres caminando de repente,
tropezando con pequeños trineos
en busca de casas tibetanas
polvo de una montaña lejana
ya blanquea sus hombros.

Cuando cae la noche en montones borrosos,
un hombre perdiendo el camino entre las iglesias
y los patios de la escuela se sienten bajo su mano fría
los pensamientos de piedra de esa ciudad,

intransitable para todos menos unos pocos niños
quien entró en la vida oculta
de cuevas e incendios de invierno,
sus caras brillando con desastre.


GABRIEL CELAYA





Fecundación



Y si yo te toco, tú eres lo que eres;
y si no te toco,
tú, tranquila, duermes.

Tú, conmigo, todo;
tú, sin mi, perdida;
tú, mujer conmigo,
nada si no nombro.

Y si yo te toco,
palmera que crece,
sonrisas abiertas
que, meciendo, envuelven.

Y si no te toco,
dulzura que pesa,
caes en tu silencio
densamente lenta.


EVA STRITTMATTER





Mi país



No tengo ni idea de qué debo amar:
me duele el país en el que vivo.
Este país desgarrado. Increíble y lleno de soñadores.
Un organismo con dos corazones.
Como hermanos siameses:
uno experimenta cada movimiento del otro.
No hay pena que sienta uno
y no el otro.
No pueden separarse.
Y quieren ser independientes.
Deben arder
o continuar odiándose…
Y me exigís que lo ame,
este país maldito en el que vivo,
mi país maravilloso y herido,
con el que caigo
o me levanto.



FLORBELA ESPANCA





Hora que pasa



Me encuentro triste, abandonada y sola
Al igual que un perro callejero y que busca
más pobres y despreciados de Trabajo
Un paseo por el camino de la amargura!

¡Judío Errante que a nadie lo hace!
Mi alma triste, doloroso, oscuro,
mi alma sin amor es gris, es polvo,
trabajo robado del Mar de la desgracia!

Lo que una tragedia tan profundo en mi pecho! ...
¿Cuánto aleteo morir ilusión!
¡Cuánto sueño a nacer y ya deshecho!

Dios! Cómo momento triste cuando se muere ...
En el momento en que huye, moscas, y pasa ...
llovizna d'agua triste ... la vida pasa ...




ABRAHAM PAZ





Religión



Mi dios es uno que no
se entiende a sí mismo.
Mi dios usa la cara
de un desconocido.
Se encierra en sus
propios albores místicos,
cree que no tiene que ver
más nada.

Este dios es un cínico de
sí mismo y duda haber puesto
algún día un pie en la tierra.
Crea y destruye, a veces sin
querer o darse cuenta.
En tiempos oscuros duda
sobre lo que es real siquiera.

Lo más extraño de mi dios
es que puedo ver su cara
en el espejo reflajada
al despertar cada mañana.