"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 9 de julio de 2018
IBN HAZM
En él
verás subsistentes todos los opuestos.
Y así ¿cómo podrás definir los conceptos contradictorios?
¡Oh cuerpo desprovisto de dimensiones!
¡Oh accidente perdurable y que no cesa!
Derribaste para nosotros los fundamentos de la teología,
que, desde que apareciste, ha dejado de ser clara.
Y así ¿cómo podrás definir los conceptos contradictorios?
¡Oh cuerpo desprovisto de dimensiones!
¡Oh accidente perdurable y que no cesa!
Derribaste para nosotros los fundamentos de la teología,
que, desde que apareciste, ha dejado de ser clara.
De: "Esencia del amor"
MARGARITA DE HICKEY
Que el verdadero
sabio, donde quiera...
Que el verdadero sabio, donde quiera
que la verdad y la razón encuentre,
allí sabe tomarla, y la aprovecha
sin nimio detenerse en quién la ofrece.
Porque ignorar no puede, si es que sae,
que el alma, como espíritu, carece de sexo.
Pues cada día, instantes y momentos,
vemos aventajarse las mujeres
en las artes y ciencias a los hombres,
si con aplicación su estudio emprenden.
Que el verdadero sabio, donde quiera
que la verdad y la razón encuentre,
allí sabe tomarla, y la aprovecha
sin nimio detenerse en quién la ofrece.
Porque ignorar no puede, si es que sae,
que el alma, como espíritu, carece de sexo.
Pues cada día, instantes y momentos,
vemos aventajarse las mujeres
en las artes y ciencias a los hombres,
si con aplicación su estudio emprenden.
LUIS DE GONGORA Y ARGOTE
Al
tramontar del sol, la ninfa mía...
Al tramontar del sol, la ninfa mía,
de flores despojando el verde llano,
cuantas troncaba la hermosa mano,
tantas el blanco pie crecer hacía.
Ondeábale el viento que corría
el oro fino con error galano,
cual verde hoja del álamo lozano
se mueve al rojo despuntar del día;
mas luego que ciñó sus sienes bellas
dé los varios despojos de su falda
(término puesto al oro ya la nieve),
juraré que lució más su guirnalda
con ser de flores, la otra ser de estrellas,
que la que ilustra el cielo en luces nueve.
Al tramontar del sol, la ninfa mía,
de flores despojando el verde llano,
cuantas troncaba la hermosa mano,
tantas el blanco pie crecer hacía.
Ondeábale el viento que corría
el oro fino con error galano,
cual verde hoja del álamo lozano
se mueve al rojo despuntar del día;
mas luego que ciñó sus sienes bellas
dé los varios despojos de su falda
(término puesto al oro ya la nieve),
juraré que lució más su guirnalda
con ser de flores, la otra ser de estrellas,
que la que ilustra el cielo en luces nueve.
GHERASIM LUCA
Una enfermedad nerviosa nunca incurable...
Una
enfermedad nerviosa nunca incurable
nunca que nunca me tortura
desde hace varios años nunca
me obliga nunca a poner fin a mis días
nunca que nunca me tortura
desde hace varios años nunca
me obliga nunca a poner fin a mis días
Nunca
pago con mi vida los errores
de mis padres nunca mi herencia
nunca cargada
de mis padres nunca mi herencia
nunca cargada
Si
nunca he hecho daño a alguien
le ruego que nunca me perdone
le ruego que nunca me perdone
Carta dejada sobre la mesa antes del cuarto
intento de suicidio (IV)
Versión de Eugenio Castro
HERMAN HESSE
Montañas en la noche
El lago se ha extinguido,
oscuro duerme el cañaveral
murmurando en el sueño.
Sobre el campo extendidas
alargadas montañas amenazan.
No reposan.
Hondamente respiran, se mantienen
unidas unas contra otras.
Respirando hondamente,
llenas de oscuras fuerzas, irredentas
en su pasión devoradora.
Versión de Jesús Ruiz
EUGENIO GERARDO LOBO
Arder
en viva llama, helarme luego,
mezclar fúnebre queja y dulce canto,
equivocar la risa con el llanto,
no saber distinguir nieve ni fuego.
mezclar fúnebre queja y dulce canto,
equivocar la risa con el llanto,
no saber distinguir nieve ni fuego.
Confianza
y temor, ansia y sosiego,
aliento del espíritu y quebranto,
efecto natural, fuerza de encanto,
ver que estoy viendo y contemplarme ciego;
aliento del espíritu y quebranto,
efecto natural, fuerza de encanto,
ver que estoy viendo y contemplarme ciego;
la
razón libre, preso el albedrío,
querer y no querer a cualquier hora,
poquísimo valor y mucho brío;
querer y no querer a cualquier hora,
poquísimo valor y mucho brío;
contrariedad
que el alma sabe e ignora,
es, Marsia soberana, el amor mío.
¿Preguntáis quién lo causa? Vos, Señora.
es, Marsia soberana, el amor mío.
¿Preguntáis quién lo causa? Vos, Señora.
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