jueves, 3 de mayo de 2018


ANA ROSETTI





Strangers in the night



Cuando en la noche surge tu ventana,
el oro, taladrando los visillos,
introduce en mi alcoba tu presencia.
Me levanto e intento sorprenderte,
asistir al momento en que tu torso cruce
los cristales y la tibia camisa
sea a la silla lanzada.
Mi pupila se engarza en el encaje
y mis pies ya no atienden, de las losas, el frío.


CECILIA BUSTAMANTE



  

Historia Sagrada



Madre
estás tan pálida
en campos envanecidos
por brillo de argento.

Se aviva la muselina en tu vientre
y sonríes lejana
frente al horno en que dorabas el pan.
Me pregunto
cómo Daniel quedó impoluto y gentil
y por qué para él los ángeles
sí batieron sus alas.

¡Qué pálida estás
mirando la grisura del día!
Debiste salvarte
cuando calcinaba la masa
tu mirada sin sombra.

Al verte
quisiera remover las polvorosas brasas
buscar el remanente corazón del fuego
Obligar a Daniel y sus ángeles
a que alumbren tu pálido rostro.

Madre estás tan callada
en campos de argento.


YEHUDA HA-LEVI





64



Corro hacia la fuente de la vida verdadera,
               desprecio por eso la que es vana y vacía.
Sólo deseo vislumbrar el rostro de mi Rey:
               a Él ya nadie más temo y venero.
¡Ojalá pudiera Contemplarlo en sueños!
               Dormiría un sueño eterno sin despertar.
Si llegara a ver su rostro dentro de mi corazón,
               no querrían ya mis ojos mirar afuera.


De "Reflexiones y Adivinanzas"

Versión de Xabier Kintana


LUIS LÓPEZ ANGLADA





A unas iniciales grabadas en un árbol



Iniciales de amor en la madera
vino a grabar la mano bordadora.
Fue lino el tronco, bastidor la aurora
y testigo la blanca primavera.

Bordado amor quedó y eterno fuera
sin la mano del tiempo, leñadora,
que en seca savia y a cercén ahora,
con filo poderoso lo partiera.

¡Oh, frágil tiempo, tronco, blanca mano!
¿Por qué grabar amor en ramas tiernas,
muerto despojo ya de vendavales?

Aquí tenéis mi corazón humano.
Venídmelo a grabar y tendrá eternas,
con heridas de amor, las iniciales.


JAIME TORRES BODET





Palimpsesto



A través de las frases
que dices, adivino las que callas
como, bajo los versos
de un pergamino antiguo -mal borradas
por la mano del monje
que para un jefe gótico miniara
en su blancura el trance de un martirio-
aparecen de pronto,
a contraluz de un sueño,
las líneas de un colérico epigrama.


IBN ZAYDUN





Por el ramo oloroso cuyo perfume cura al enfermo



¡Por el ramo oloroso cuyo perfume cura al enfermo;
alientos ungidos, dulce aroma!
Con él me señalan los dedos suaves
de una joven esbelta, sus ojos oscurecidos con colirio de magia.
Espléndida belleza hecha de amor asciende entre sus ramas,
enferma con almizcle de radiantes virtudes.
Cuando ofrece jazmines con su mano,
recibo estrellas luminosas de mano de la luna.
Tiene virtudes dulces en un hermoso cuerpo,
una elegancia como fragante perfume o aroma de vino,
y consuela mi alma con una plática que me da contento
como los deseos y la unión que siguen a la ausencia.