martes, 30 de mayo de 2017


MARGARITO CUÉLLAR




Aeropuertos
(Escrito en la solapa de un libro de Lêdo Ivo)



Siempre están lejos, como queriendo despegar
o en pleno vuelo hacia no sé qué tarde.
Quizá escapan del ansia del viajero
y la espera los deja flotando en un banco de nubes.
Busco en el mapa de mi vida aunque sea una bitácora de vuelo,
pero los aeropuertos están lejos
allá donde los vientos, donde el sol.



JUAN GARRIDO



 
Poder sembrar en el papel lo que se comerá el alma



Poder sembrar en el papel lo que se comerá el alma
y dejar caer la semilla de los sueños
a la piel de la huerta donde habitamos.

Extraña metáfora es la libertad
En los labios del opresor
El color de la piel
Es una metamorfosis
ideología que tortura e invade tierras.
El color de la piel es una cosa, el color de la ideología es otra*

La semilla de los sueños
Se riega con lágrimas y sudor
Desde los surcos del dolor.
Nunca pudieron los torturadores
Quemar mis semillas, quemaron mi piel sí,
Sobre el grito de la agonía en el umbral de la muerte.
Sé muy bien,
Que la semilla de los sueños
Protegió mi alma chamuscada de tanta maldad
en esa cama de la Casa Secreta de Borgoño.


*Camilo Guevara, hijo del Che Guevara


MATILDE CASAZOLA




Tierra



Soy un poco de tierra
que adquirió un don milagroso
de la voz y del canto.

Si los creyerais dignos de alabanza,
ensalzad a la tierra bendecid a la tierra,
que ella es la dueña madre de todo
encantamiento,
la fuente origen de perpetuo milagro.

Cuando mis pies detenga, cansada de su
continua ronda,
ella será mi almohada y mi reposo.
¡Oh Pachamama
escalón inmediato de la eterna armonía,
heredera suprema de mi sombra y mis huesos!
¡Salve tierra
una sola,
derrocadora de fronteras!

Por ti la voz y el canto dominaron el aire
e hicieron lagrimear a las estrellas.




MARISOL BOHÓRQUEZ GODOY



  
Tiempo



Los segundos,
como flecha disparada,
dejan huellas profundas a su paso.
Abren oscuros abismos
y nos sumergen hasta el fondo
de donde no es posible el regreso,
ni siquiera el reloj podría en su jaula detener
su acelerado ritmo;
son fugaces demonios…
que al compás de su música
desangran la vida.


De “La soledad de los espejos”


ALEJANDRA MORENA MORAES





Hambre



me escruto al vacío
el fulgor
la luz palideciendo bajo mis cejas
me veo hecha cicatrices
crispada como una hoja seca
con la piel
templada a los huesos




LILIAN SILVA




Ausente



A la intemperie de los paisajes heridos,
en la niñez que aun mece el columpio,
vive la mirada de una anciana
soportando el juego del despojo

sonríe con la boca seca
escucha el pasar de los niños con la pelota,
acostumbra alcanzar las propias sílabas
adelgazarlas
hasta el mutismo

en su pañolón las motas encuentran
un collage de lluvias.

La posición de su asiento
está esculpida en el aire
y juntando las manos en un salmo
sabe esperar.