"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 29 de octubre de 2017
DIANA AZCONA TREJO
VIII
Salgo
de la sala de urgencias al amanecer,
luego
del informe médico: dicen que no has despertado.
Prendo
un cigarro o dos
y leo
un poema o dos.
Hago lo
mismo desde hace muchos días,
no sé
exactamente cuántos:
he
perdido la capacidad de medir el tiempo.
Siento
como si llevara años viviendo aquí,
como si
la entrada del hospital
fuera
el comedor de nuestra casa,
como si
los parientes de los otros enfermos
fueran
de nuestra familia;
los
observo y padezco con ellos:
el
padre de Alfonso luce abatido
esta
mañana
el
pulmón de su hijo colapsó;
la
hermana de Silvia ,
paciente
de cáncer,
llora
tranquila y come tamales
mientras
espera a que le entreguen a la muerta radiada;
la casi
viuda del hombre comatoso bebe café,
lee un
poema o dos,
prende
un cigarro
y no
sabe qué hacer ante el esplendor de la despedida.
De: Crónicas de hospital
ARIEL MONTOYA
Tarde
A
Ruth Eugenia Jirón Torres
He filtrado a la tarde
el sitio donde tu figura suspendió el tiempo.
El escondite
donde los calendarios estrujaron
las citas mañaneras
-tempranas ejecuciones de los veinte
y principios-.
En tu último vestido lila,
se detallan bordados los signos alucinantes
de un tráfico de estrellas,
espectacularmente solidarias
con los preceptos
de mi memoria
más virgen que tu primer compromiso con la aurora.
Junto a la avenida principal
de tu paisaje
he concertado una cita
a lo largo y ancho de este instante,
para que este amor
trepe vertical más arriba de los tejados
y donde vos y yo cada noche,
apaguemos el botón
indiscreto de la luna
para meternos en nuestro abrazo.
He filtrado a la ciudad
tu nombre,
y una caravana
de pedernales
se ha desparramado
por sus calles.
He filtrado a la tarde el sitio
donde tu figura suspendió el tiempo,
y el presente
es una emboscada
luminosa
perpetuada de eternidad.
De: Perfil de la Hoguera
He filtrado a la tarde
el sitio donde tu figura suspendió el tiempo.
El escondite
donde los calendarios estrujaron
las citas mañaneras
-tempranas ejecuciones de los veinte
y principios-.
En tu último vestido lila,
se detallan bordados los signos alucinantes
de un tráfico de estrellas,
espectacularmente solidarias
con los preceptos
de mi memoria
más virgen que tu primer compromiso con la aurora.
Junto a la avenida principal
de tu paisaje
he concertado una cita
a lo largo y ancho de este instante,
para que este amor
trepe vertical más arriba de los tejados
y donde vos y yo cada noche,
apaguemos el botón
indiscreto de la luna
para meternos en nuestro abrazo.
He filtrado a la ciudad
tu nombre,
y una caravana
de pedernales
se ha desparramado
por sus calles.
He filtrado a la tarde el sitio
donde tu figura suspendió el tiempo,
y el presente
es una emboscada
luminosa
perpetuada de eternidad.
De: Perfil de la Hoguera
ADOLFO BURRIEL
ANDRÉS TRAPIELLO
La
falda, un blanco balneario,
desaparece en el recodo
verde, al final del paseo.
Enarenado trecho de los bojes
donde tú caes de ese lado de la sombra,
como durmiendo cambias
de sitio, para siempre
en otros brazos
que los míos despiertos.
desaparece en el recodo
verde, al final del paseo.
Enarenado trecho de los bojes
donde tú caes de ese lado de la sombra,
como durmiendo cambias
de sitio, para siempre
en otros brazos
que los míos despiertos.
De: "Las tradiciones"
DANIEL FRAGOSO
Mi rostro coincide
ahora con otros rostros,
mi
rostro coincide con el paso
que la
gubia del tiempo hiende,
en las
líneas trazadas sé
que no
existirá riqueza que pague
los
exilios que a estos cuerpos devastaron.
De: “Escuela del vértigo”
CARMEN INÉS PERDOMO
Mientras despojas su recuerdo
Ella se desnuda en el
paraíso
Alejandra Pizarnik
Ella
teje el olvido
al filo
de su imagen.
Devora
llamas de ausencia
mientras
encarna otra piel.
Teme
nombrar
lo que
está muerto.
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