Mirad
esa línea
invisible
que
descubre en el cielo
el
vuelo del ave:
algo
os empuja más fácilmente
a
esta palabra
que
a la
otra.
"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Mirad
esa línea
invisible
que
descubre en el cielo
el
vuelo del ave:
algo
os empuja más fácilmente
a
esta palabra
que
a la
otra.
La
charca
(Rainer M. Rilke)
Volver a este rincón de la memoria
no me hace más feliz.
Todo sigue en su sitio.
Los árboles, la charca, los insectos.
Si el tiempo ondula,
como escribió Deleuze,
también con la emoción debe pasar lo mismo.
No todo me emociona:
El agua de la charca sólo es agua,
el musgo,
sólo musgo,
y este poema
no es más que la corteza de lo que está pasando.
Profundiza.
Fíjate en
los patos:
Parece que nadar les sea fácil
y es algo muy distinto bajo el agua.
Ondulación:
Vivir la vida en círculos crecientes
que nazcan y se extiendan desde mí.
La emoción necesita de un proceso.
No olvides los anillos de los árboles.
De:
“Raíz”
1.
reconocernos
en el no saber amar
no saber si somos nosotros
si hay algo en no amarme a mí
que me impide amarte en esa parte en la que me reconozco
y en esa otra parte de ti
que intimida
¿qué
pasa si miro al abismo?
si miro las sombras
que me dicen que somos débiles
para amar
sombras que no quiero que veas
por si llegas a creerles
o te das cuenta
de que tienen razón
si
un día emergen incontenibles,
¿puedo protegerte de mi
oscuridad?
o nos hundiremos por no podes abrigar al otro
hace
tiempo no llevo campera en la mochila
me quedó llena de piedras
desde ese intento por llevarme el río
que murió a espaldas mías
y me dejó gris y pesada
como
cuando intento llevarte conmigo
Su
imperio habla
y
todas sus partes endurecen
desdeñar
la duración
y
sosegar el campo
atados
a la consideración
duermen
los hombres
y
sus lenguas sueñan con lo puro
Camina
de torcer y siempre es otro
quien
habla por mí
Dura
el imperio
Callada
es
inmundicia
sobre las mesas
donde
el maíz se pudre y la boca va
siempre
más adelante que su hambre
La
organización pesa y pesa la gracia
porque
el imperio está a punto de hablar
de
sus leyes y sus aguas y de cómo los peces
recorren
la ciudad siempre
derruida
abajo
El
orden de la carta dice
Por
más que trates de entender, mienten
Hubo
un tiempo para dormir la paz
y un
tiempo para dormir la guerra
La
cena real espera
a
los invitados que somos todos
sin
ropas ni anillos
pero
volvamos a la carta
porque
la duración es sólida y
todo
lo ha petrificado
a
través de sus pasillos vemos la historia
también
hay un río que corre
como
es debido
detrás
del bastidor
y
todos abrimos las bocas y
movemos
los labios como si habláramos
como
si algo de nuestra congelada duración
durara
menos
Yo
sin embargo he sentido frío
pero
no es aquí a dónde quiero llegar
El
imperio habla y ablanda las cosas
No
sé tiene dónde estar
Informe
del seguro
Después
del incendio, tuvimos 48 horas
para
generar números exactos:
¿Cuántos
tenedores?
¿Cuántos
pares de calzones?
¿Cuántos
artículos en la refri?
Incapaces
de recordar cada objeto,
sólo
estábamos seguros de lo que se había perdido:
el
unicornio de cristal pintado
ese
collar de la tribu Sioux
el
último ladrillo de nuestro abuelo
Gritamos
de dolor por estos tótems:
¿Quiénes
somos sin ellos? ¿Quiénes somos?
Solo
los inspectores respondieron:
¿Pero
cuánto valían?
¿Cuánto?
Busco
en el viento
la
consciencia de las plantas.
Noto
que lo que se eleva
tiene
raíz. Retrocedo mil años
para
afirmar: ¡mil años!
Y
conquistar
¿el
silencio? Adelante.
Si
está en algún lugar
la
experiencia de los dioses
habita
en las frutas.