miércoles, 30 de diciembre de 2020

DIANA MONCADA

 

 


 

 

Su imperio habla

y todas sus partes endurecen

desdeñar la duración

y sosegar el campo

atados a la consideración

duermen los hombres

y sus lenguas sueñan con lo puro

Camina de torcer y siempre es otro

quien habla por mí

Dura el imperio

Callada es

inmundicia sobre las mesas

donde el maíz se pudre y la boca va

siempre más adelante que su hambre

La organización pesa y pesa la gracia

porque el imperio está a punto de hablar

de sus leyes y sus aguas y de cómo los peces

recorren la ciudad siempre

derruida

abajo

El orden de la carta dice

Por más que trates de entender, mienten

Hubo un tiempo para dormir la paz

y un tiempo para dormir la guerra

La cena real espera

a los invitados que somos todos

sin ropas ni anillos

pero volvamos a la carta

porque la duración es sólida y

todo lo ha petrificado

a través de sus pasillos vemos la historia

también hay un río que corre

como es debido

detrás del bastidor

y todos abrimos las bocas y

movemos los labios como si habláramos

como si algo de nuestra congelada duración

durara menos

Yo sin embargo he sentido frío

pero no es aquí a dónde quiero llegar

El imperio habla y ablanda las cosas

No sé tiene dónde estar

 

 

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