domingo, 19 de septiembre de 2021

ROBERTO MALATESTA

 


 

Es la casa y el viento la atraviesa

 

 

Es la casa y el viento la atraviesa,
trae cantos de la tierra, trae los cantos
del mar. El viento es como un pez, es pájaro,
es un hato de sueños desatados.

Pasa el viento y la casa es una tienda;
no te engañen sus sólidas paredes
sus sillas quietas, su centrada mesa
el sosegado cauce del jardín.

La casa es una tienda dice el viento
y pasa; siempre pasa como un pájaro,
como un pez. Es el cielo y es el mar.

El viento y las canciones de los hombres,
el viento sin raíz pero con celo
por todo cuanto fluye en libertad.

 


 

HOMERO PUMEROL

  

 

Monjas

 

 Tú no crees que gritar sea lo mejor,

Berrear como los puercos y las chivas,
Sacarse todo el miedo de una vez
Hasta que nadie pueda oírnos.

Las ilusiones pesan,
Los silencios figuran mujeres,
Monjas que se comen el día.

Ellas no saben que aquí la poesía
No importa tanto como cada uno de mis dedos,
Como las ganas que tengo de asesinar un pollo.

 

 

PETER RILEY

 

  

Jueves

 

Un paisaje que es un estado mental
pero no siempre el mismo estado mental.

 
Esta tarde un orgulloso antagonismo
un ancla, en oscura hierba verde.

 
Una pausa en la ansiedad,
Una pintura.

 

ANTONIO LAU PIÑA

 

  


Demasiados fantasmas por aquí

In this terrifying world,
all we have are the connections we make.
Bojack Horseman

 

 

A veces me pregunto
a dónde es que fueron
todos esos amigos que perdí
en el camino,
qué es lo que hacen de sus vidas,
si son felices
o si, en cambio,
siguen luchando contra los mismos demonios
de hace algunos años,
si de verdad todo ese cariño
que nos mostramos en algún momento
dejo cicatrices lo suficientemente hondas
como para que se vean a simple vista
en relieve
para hacernos recordar
todo aquello que se nos escapó
o las tardes que parecían no tener fin
cuando éramos más jóvenes
y delgados y guapos y encantadores.

Me pregunto que será de todos ellos
si seguirán cargando su pasado
en su presente
sin esperar ya nada más de su futuro
más que desaparecer
de la faz de la tierra
como lo hicieron ya un par de veces
anteriormente,
como lo hice yo,
como lo haremos todos
al final.

 

 

 

CITLALI SANTOS

 

 

  

 

Calicanto

 

Magullada la flor deja de ser perfecta.
Entre el calicanto
me bautizó el río
como mar y poza.
Desde entonces traigo en el cuerpo
marcados todos los golpes de las piedras.

 

 

 

SANTIAGO ANTONA

 


 

Todas mis penas caen con tu vestido
y todas las glorias resultan ya insignificantes
cuando adivino tu cuerpo, virgen de bronce,
y te descubro el moreno deseo entre los pechos
y te beso la deidad entre la piel
y me escueces
con el fuego de la boca
las heridas de esta carne magullada.
Ahora te hago mía, dulce Josefa,
y la noche entreabre sus piernas en la cama
y mi himno es el bramido que te sale de los labios
y mi patria
es cada letra
que se escapa
de tu nombre.
Pero no sé qué nos quedará, amor mío,
después de las penas y las glorias,
luego de las heridas,
de la patria magullada
y de tu nombre,
porque al atardecer
todo esto
                           resultará todavía más lejano.