lunes, 18 de marzo de 2013

CARMEN GIL





Besos



Hay besos de caramelo,
dulces como una sonrisa.
Están los besos con prisa,
que hay que cogerlos al vuelo.

Los besos de mariposa
rozándote las mejillas
¡pueden hacerte cosquillas!
y son de color de rosa.

 El beso con achuchón,
tan calentito y tan tierno
como una manta en invierno,
¡es un beso de algodón!

 ¿Y qué tal el beso alado
que te pilla de sorpresa,
y, además, el que te besa
puede estar en cualquier lado?

 También está el de tornillo,
beso que mágicamente
despertó a Bella Durmiente
e hizo temblar el castillo.

O los besos con caricia,
que llegan en ventolera
y huelen a primavera
como una buena noticia.

 Fantástico el beso-guiño.
Es chisposo y titilante
como una estrella brillante
con mil vatios de cariño.



Carmen Gil escribe poemas para niños

ANA GUILLOT






Mujer 7




-el vuelo de las golondrinas-dijo

cuando la sangre empuja

y ellos miran los hombros

y las piernas

de otras

tan largas esas piernas

las mareas más íntimas

ahí

en la cúspide de cada sed de cada migración

el vuelo de las golondrinas

el sonido

el calorcito en medio de la enagua

que esconde

sudores más frutales

el vuelo de las golondrinas

las palabras que aturden

la sólida virginidad

las alas de la aurora

si no cubre la sábana

la penumbra en el cuerpo

si el cuerpo no sostiene

si el límite es una caída

-el vuelo-dice, y jadea

sola en su pecado

elemental

la boca que se traga el jadeo

el jadeo que se traga a la hembra

las golondrinas que anidan en su frente


ALBERTO BLANCO





El mundo flotante del grillo



Con los ojos bien abiertos al enigma
vemos que las formas no son nuestras

No es nuestro el espacio ni el tiempo
ni son nuestros los frutos que se encienden
en las ramas curvadas o enhiestas

No es nuestra la transparencia del deseo
ni las alas del grillo ni su canto
ni siquiera el vuelo de las hojas secas

Si acaso hay algo nuestro ¡Es un misterio!
La pasión del canto con el azoro a cuestas



ADOLFO BURRIEL






En tu vientre de patria… 



En tu vientre de patria
vierte el macho su semen heredado,
engendra a sus hijos, desgarra
tus pechos,
sorbe el deseo,
devasta como oruga
el cauce de tus ingles,
pone hielo en tus labios
de brasa.

Poseedor del hierro,
somete la memoria,
invade
fraguas y cuevas.

Casualidad en tu sexo fueron
jazmines y mañanas.

De “Colores desunidos”

ÁLVARO MUTIS





Sonata



Otra vez el tiempo te ha traído
al cerco de mis sueños funerales.
Tu piel, cierta humedad salina,
tus ojos asombrados de otros días,
con tu voz han venido, con tu pelo.
El tiempo, muchacha, que trabaja
como loba que entierra a sus cachorros
como óxido en las armas de caza,
como alga en la quilla del navío,
como lengua que lame la sal de los dormidos,
como el aire que sube de las minas,
como tren en la noche de los páramos.
De su opaco trabajo nos nutrimos
como pan de cristiano o rancia carne
que se enjuta en la fiebre de los guettos,
a la sombra del tiempo, amiga mía,
un agua mansa de acequia me devuelve
lo que guardo de ti para ayudarme
a llegar hasta el fin de cada día.

ALEJANDRO CERDA






Gaviotas
a Juan Luis Martínez



Me gusta el sonido de las gaviotas
lejos del mar,
porque reconocen una parte de mí
que no conozco.
Representan el lenguaje
que puedo hablar mientras duermo,
definen la extensiónde un sueño profundo
que no recuerdo mientras despierto.
Revelan la existencia
del misterio de lo desconocido,
descifran la rutadel regreso hacia mí.