"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 22 de octubre de 2023
ANA ROMANO
Abril
Amapolas
Estremecidas
en el estallido
En
un crujido de voces
gente
deshabitada
En
el bullicio atrapado
de
este abril quieto
el
viejo seco
con ojos
de lapacho
retoca
su maquillaje.
JAMES SCHUYLER
Una
ciudad blanca
Mis
pensamientos giran hacia el sur
una ciudad blanca
despertaremos abrazados.
Despierto
y oigo golpetear el radiador
como un corazón de metal
y veo que ha nevado.
JOAQUIN SABINA
El
muro de Berlín
Ese
tipo que va al club de golf,
Si
lo hubieras visto ayer,
Dando
gritos de “yankie go home”
Coreando
slogans de Fidel.
Hoy
tiene un adoquín
En
su despacho
Del
muro de Berlín.
Ese
mismo que tanto admiró
La
moral estilo soviet,
Por
un catorce por ciento cambió
La imaginación
al poder.
Desde
que a Hollywood
Llega
una línea
Del
metro de Moscú.
Ha
vuelto Rasputín,
Se
acabó la guerra fría,
¡que
viva la gastronomía!
Y
uno no sabe si reír o si llorar
Viendo
a Rambo en Bucarest fumar
La
pipa de la paz.
Ese
que “al capitán goma dos”
Con
spray pintaba en la pared,
Sufre
de exceso de colesterol
Si fluctúan
los tipo de interés.
Y
tiene un adoquín
En
su despacho
Del
muro de Berlín.
No
habrá revolución,
Es
el fin de la utopía,
¡que
viva la bisutería!
Y
uno no sabe si reír o si llorar
Viendo a Trotsky en Wall Street fumar
La
pipa de la paz.
Hasta
en Sebastopol
Los
camaradas
Bailan
el rock and roll.
Ha
vuelto Rasputín,
Se
acabó la guerra fría,
¡que
viva la peluquería!
Y
uno no sabe si reír o si llorar,
Por
lo menos que le pongan hash
A la
pipa de la paz.
Siempre
que luchan la KGB contra la CIA
Gana
al final la policía,
Sobre
el rencor de clase
Floreció
el amor,
Ayer
Lenin y Zsa Zsa Gabor
Se
casaban en New York.
No
habrá revolución,
Se
acabo la guerra fría,
Se
suicidó la ideología,
Y
uno no sabe si reír o si llorar
Viendo a Trotsky en Wall Street fumar
La
pipa de la paz.
LILA CALDERÓN
Escrituras
mortales y metafísicas
Todo
lo que he escrito
aborda
el mismo problema:
la existencia.
Es una gran complicación
porque hablar
sobre -o desde, ante, con, para, por, según-
la existencia, es hablar sobre la vida
y la muerte,
los objetivos, los sentidos
su duración
la presencia
aquí o allá
y así
la ausencia y la memoria
o el olvido,
y quienes nos acompañan o no
en este tránsito,
y lo que amamos,
entonces el amor,
el odio, y, ¿es bueno? ¿es malo?
lo bueno, lo malo, lo humano,
lo divino, lo feo, lo bello,
la sensibilidad
y la falta de ella,
lo que es, lo que no es,
lo que tuvimos
lo que hemos perdido,
el tiempo,
el dolor
y si es justo
sufrir, padecer
participar, aceptar
el juego de existir
y sus condiciones
o retirarse
y si es lícito
según
las reglas que desconocemos
y el daño
que causamos con esa acción
u otra.
Afectamos
al respirar
y al dejar de respirar, al creer
y al dejar de creer ¿y si la existencia
es solo
una actividad mental
pasajera, ilusoria
que se representa
a sí misma
una y otra vez
dándose a luz
infinitamente
(pero siempre en número impar)
como la Matrioska
desde un útero
o un gran agujero negro?
Luego
pienso y no existo
pero
escribo
escribo sobre la no existencia
la no realidad
el no lugar,
la Tierra es un no lugar y estoy de pie
sobre el no lugar delatado por
Augé y dudo
de lo que antes fue, y para qué,
la Mente
es como una gallina clueca
siempre empollando y cacareando
poniendo huevos que ruedan
por los acantilados
del no lugar.
La
Mente me acosa
se expande por aquí y allá
buscando
el maíz y el trigo
y se los doy,
acaricio sus plumas,
la observo,
confío
en que pronto
recogeré
un huevo de oro.
Me
despertaré temprano
antes
que la Muerte incluso
y diré:
he aquí al fin
la divina alquimia.
Y ya
no tendrá
importancia
saber
qué fue primero
si el huevo
o la gallina.
SALVADOR NÉLIDA
Estas
mágicas voces
Acosada
por cifras minuciosas,
por decisiones,
por irreverencias,
en el borde finísimo
del caos
me sostengo.
Y alcanzo a comprender,
algunas veces,
esta hermosura
del desequilibrio,
estas mágicas voces
que se queman
en el centro
del vértigo.
De: “Al acecho”
JOAO MAIMONA
Noche
de la torre
Joan Malata
dejó
la semana forjar
muchachas
de la Navidad
de
Navidad que se une a las rocas.
dejar
que se acumulan en mi
manos
dóciles
esqueletos del mar.
Les dejo la torre de la noche
llorando y esperar por
el aire que llena la muerte del mar
por los juguetes cielo
hasta los días se reúnan en las tardes
y dejan para desplazarse a través de escuchar
detrás de las puertas cerradas
a la luz del horno oscuro.