"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 5 de julio de 2018
ERNESTINA YÉPIZ
Poema inconcluso
Los
árboles desprenden la hojarasca,
los
pétalos de la rosa se marchitan;
pero mi
buganvilla florece en el jardín
y una
buganvilla florecida es una fiesta.
Habrá
que convocar a los vecinos,
a los
transeúntes todos;
que
todos vean
que mi
buganvilla rejuvenece en pleno otoño
y con
su colorido ennoblece las paredes,
cubre
el piso
y la
fachada herrumbrosa de mi casa;
que
todos vean también
que su
ramaje se extiende más allá —mucho más allá—
del
muro de ladrillos que intenta contenerlo;
y su
florescencia reviste
de una
alfombra purpúrea
la
calle entera y las banquetas.
He
abierto las ventanas del balcón
y el
viento hace
que un
tumulto de flores,
en
plena algarabía,
se
postre en mi cama:
duermo
sobre ellas
y en el
sueño descubro
lo
simple que es la felicidad.
CARMEN GONZÁLEZ HUGUET
6.
En ti
afirma la carne su porfía,
el carmín de la rosa, la azucena,
el canto del cenzontle, la serena
superficie del agua, la armonía.
En ti enciende sus luces cada día
la voz que incendia el aire cuando suena
su canto repetido en lengua ajena,
hecho fecunda y sola compañía.
Comparte en la distancia esta locura
que tengo por el fuego de tu boca
que ya toda cordura se hace poca.
No me cures jamás la quemadura
donde el alma se muere y se me quema
por tu secreta aguda flor suprema
el carmín de la rosa, la azucena,
el canto del cenzontle, la serena
superficie del agua, la armonía.
En ti enciende sus luces cada día
la voz que incendia el aire cuando suena
su canto repetido en lengua ajena,
hecho fecunda y sola compañía.
Comparte en la distancia esta locura
que tengo por el fuego de tu boca
que ya toda cordura se hace poca.
No me cures jamás la quemadura
donde el alma se muere y se me quema
por tu secreta aguda flor suprema
De: "Ausencia"
EZEQUIEL CARLOS CAMPOS
Álbum
Aquí
estoy yo:
con
traje y moño negro,
sostengo
un palo de escoba
y en mi
cara se ve todo el odio del mundo.
Estoy
en posición de golpear
al
Micky Mouse y dejarlo sin tripas de cartón.
Pareciera
que ese día quebré la piñata en solitario,
no
dejaría a nadie más pegarle,
esta
lucha era suya y mía.
ALBERTO AVENDAÑO
Acerca de Lautrémont
Ciento
ochenta y cinco animales nacen
de mi
pecho putrefacto, devoran mis sesos
mientras
de mi recto salen cabellos.
Hoy por
la tarde
esculpí
mi loza mortuoria.
Escucho
susurros de ánimas petrificadas con brea,
vienen
del suelo, de los árboles, del océano.
La
noche no termina
y mi
propia alma ha comenzado a petrificarse.
Antes
de que llegue Venus a mi ombligo
colocaré
la loza junto a un mezquite y este poema
será mi
epitafio.
De: “Para cantar bajo la lluvia”
MARIO BOJÓRQUEZ
-el mejor áureo sueño
de la plata-
Eduardo Lizalde
Escucha
cómo late tu sangre
Cómo
pierde el oído su pulso acelerado
Escucha
el ardor de las venas bajo la coraza de tu piel
Súbete
en el caballo desbocado de tu sangre en la vena
Dale
sangre a tu vena
Dale
vena a esa sangre para que corra
Ahora
que ya es tuya
Que vas
con ella montado en su sonido
Observa
que cojea, que su potro ha quedado mordido por el hambre
Que un
destino ha baldado su galopar esbelto
Que se
oxida la grupa
Corre
en tu sangre los caminos vedados a la conciencia
Siente
la espina injertada en el casco
Suscribirse a:
Entradas (Atom)