Acerca de Lautrémont
Ciento
ochenta y cinco animales nacen
de mi
pecho putrefacto, devoran mis sesos
mientras
de mi recto salen cabellos.
Hoy por
la tarde
esculpí
mi loza mortuoria.
Escucho
susurros de ánimas petrificadas con brea,
vienen
del suelo, de los árboles, del océano.
La
noche no termina
y mi
propia alma ha comenzado a petrificarse.
Antes
de que llegue Venus a mi ombligo
colocaré
la loza junto a un mezquite y este poema
será mi
epitafio.
De: “Para cantar bajo la lluvia”
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