miércoles, 7 de noviembre de 2012


ALICIA SALINAS




  
Geografía



Aquí
en este lado
también los mapas son relatos de viajes
Un círculo pequeño
un país
una raya oscura traza el sendero
Pero los árboles no florecen en el plano
allí no son posibles las raíces
Nada va de mar a mar en esta parte
ves
nada es como tú y yo alguna vez lo soñamos
Cuando las palabras brillaban en silencio
arriba no alumbraban las estrellas
y todo bajo el mismo pedazo de cielo
Es cierto
que pudimos lavar nuestros cuerpos con agua de río
que el rubor subió despacio
Las manos recorrieron cada ápice
cada beso borró
una a una las sentencias
Los recuerdos corrieron
aquella vez
la suerte del olvido
El mapa ha crecido en habitantes
y todo sobre el mismo pedazo de tierra
Los más yendo por los bordes
los menos
soberbios en el centro
Ves amor
                     nada es como tú y yo
alguna vez lo soñamos

GABRIELA MARI





Tristeza sin bienvenidas



La tristeza me abraza sin prudencia
sin calma, sin pausa
es un arrebato de mi propia locura
de mi propia inercia
de mi propio abismo.

Le imploro que parta y ella es terca
la necedad la viste con adornos
de seda, brillante y con soltura
se sienta, se para, me acorrala.

Con su figura tan desmemoriada
tan tenue es su clemencia
tan quieta es su arrogancia.

Hoy no me da respiro ni piedad
no permite a mis músculos la calma
no deja de mirarme, amenazante
no deja de dolerme
de hostigarme.

Le imploro que parta y ella es tenaz.
Esta vez no ronda mis desvelos
es el desvelo mismo que me aparta
de mis mas elementales distracciones.

Ya se irá
la conozco, de memoria
pero mientras dure su presencia
tomando café conmigo en esta noche
no puedo sino escuchar sus vanidades
sus logros
sus diplomas
ausentes de toda bienvenida en mis paredes
en mis cuartos vacíos
en mis manos inertes.

Cuando se vaya
siempre hay una vez que se va, la conozco
andaré por otras nubes
viajaré por otros mares
me ahogaré en otras bocas
auguraré destinos y recompensas
a las almas que me lloran sus desvelos
y después,
mas tarde o mas temprano,
volverá
la conozco, de memoria
a inaugurar nuevos dioses sin misterios
a despilfarrar sus virtudes en mi casa
a desafiar mis sueños inconclusos
y ganar,
por un día,
mis batallas.


ÁLVARO SOLÍS




  
Indicaciones del barquero



Debes remar sin prisa,
la otra orilla te esperará de todas formas.

Que no se cansen tus hombros,
que nunca el remo encuentre impulso del abismo.

Que tu cuerpo rompa los obstáculos que interpone el aire,
que tu mirada logre, con la persistencia del suicida,
penetrar la oscuridad del río que conduce hasta la muerte.

Qué oscura es el agua del abismo.
Qué clara te parecerá entonces la hora última

ENRIQUE SILVA






Mujer como el mar



Yo conozco una mujer que es como el mar
Viene y se aleja esta mujer como una ola
De su misterio azul
A la marisma solitaria que me habita

Viene y se aleja esta mujer como una ola
Y es una alegría alegre tan alegre
Cuando llega y se desnuda
Con la nitidez de un barco
En la mirada del náufrago

Porque trae tanto de la playa esta mujer a mis orillas
Tanto maramor lame mi lecho
Que se espuman
Sus senos en mi boca
Que se olan en mis manos
Sus caderas
Que me areno entre sus piernas

Y penínsulo
Su pubis.


AUGUSTO ELMORE






Tu no permaneces




El tiempo permanece
en la mirada que te doy
como si fuera historia susurrada
paloma inhalada
para tenerla presa

Como si salieras del alma
vestida de fiesta
y en mis ojos te apresara
toda mirada

El tiempo permanece
y tú no


MIGUEL MÉNDEZ CAMACHO


  


La otra




De todas las mujeres que te habitan
hay una agazapada que me espera.
No la recatada, la escrupulosa, la puntual,
la sutil comprensiva,
la translúcida,
la dignísima requetesabida.
La otra:
la enajenada, la procaz, la posesiva,
la lasciva imprevista,
la insaciable, la cruel, la inoportuna,
           la única respetable
de esas tantas mujeres que te habitan.