jueves, 16 de octubre de 2025


 

NATALIE DIAZ

 

 

Aritmética estadounidense

 


Los indígenas norteamericanos son menos del

1 por ciento de la población de los Estados Unidos.

0.8 por ciento del 100 por ciento.

 

Oh, mi patria eficiente.

 

No recuerdo los días anteriores a Estados Unidos

—no recuerdo los días cuando todos estábamos aquí.

 

La policía mata nativos estadounidenses más

que cualquier otra raza. Raza es una palabra curiosa.

Raza implica que alguien ganará,¹

implica, tengo tantas posibilidades de ganar como…

 

¿Quién gana la carrera que no es una carrera?

 

El 1,9 por ciento de los asesinatos policiales

son de nativos estadounidenses, un porcentaje más alto

[per cápita que el de cualquier otra raza

 

—a veces raza significa corre.

 

No soy buena en matemáticas —¿puedes culparme?

He tenido una educación estadounidense.

 

Somos estadounidenses y somos menos del 1 por ciento

de los estadounidenses. Nos sale mejor morir

a manos de la policía que existir.

 

Cuando nos estamos muriendo, ¿a quién debemos llamar?

¿A la policía? ¿A nuestro senador?

Por favor, que alguien llame a mi madre.

 

En el Museo Nacional del Indio Americano,

el 68 por ciento de la colección es de Estados Unidos.

Estoy haciendo lo posible para no volverme un museo

de mí misma. Estoy haciendo lo posible por inhalar y exhalar.

 

Estoy rogándoles: Déjenme estar sola pero no me hagan invisible.

 

Pero en un cuarto estadounidense de cien personas

soy nativa estadounidense —menos de una, menos que

completa— menos que yo misma. Sólo una fracción

de un cuerpo, digamos, soy sólo una mano

 

—y cuando la deslizo bajo la blusa de mi amante

desaparezco por completo.

 

De: “Poema de amor poscolonial”

Versión de Elisa Díaz Castelo

 

 

1.- Nota de la Traductora: En inglés, la palabra race se utiliza para hablar de una etnia o raza pero significa, también, competencia o carrera.

 

GLORIA POSADA

 

 

Duración

 

 

Gotas de agua
ya no son nube
Frutos y hojas
no son árbol
Pétalos no son rosa
Lágrimas no son mar sereno
Todo lo que se desprende
nos enseña a caer

 

ELVIRA ALEJANDRA QUINTERO

 

 

La loma de las cometas

 

 

En la loma de las cometas
Mi abuelo y yo descifrábamos el cielo atravesado entonces por pájaros enormes.

Los gritos de los carros eran eco gastado
Torbellino anónimo en la curva de herradura.

Mi abuelo y yo tomados de la mano
Éramos el primero
El último
Y el único amor
Sobre la loma sostenida por cometas.

 

 

FRANCIS PONGE

 

 

El pan

 


La superficie del pan es maravillosa en principio a causa de esa impresión casi panorámica que ofrece: como si tuviéramos a disposición de la mano Los Alpes, el Tauro o la Cordillera de los Andes.
De esta manera, entonces, una masa amorfa eructando fue deslizada para nosotros en el horno estelar, donde, endureciéndose, se plasmó en valles, crestas, ondulaciones, grietas…Y desde entonces todos estos planos claramente articulados, todas estas losas delgadas donde la luz con aplicación tiende sus fuegos –sin un vistazo a la blandura innoble subyacente.
Ese frío y descuidado subsuelo que llamamos miga tiene un tejido similar al de las esponjas; ahí, hojas y flores son como hermanas siamesas unidas por todos los codos a la vez. Cuando el pan se seca, sus flores se marchitan y se encogen: se separan las unas de las otras, y la masa se puede desmenuzar.
Pero cortémosla acá: porque el pan en nuestra boca debe ser menos objeto de respeto que de consumo.

  

Versión de Nicolás Vilela

 

 

ALFRED M. WORDEN

 

  

Entrenamiento

 


El entrenamiento es interminable,

me quita el sueño,

vuelo y me quemo.

 

Trabajando una hora en el laberinto.

Reuniones y maquetas,

informes y llamadas telefónicas,

los instructores se vuelven locos

y trepan por las paredes.

 

Nunca lo lograrás.

El reloj parece decirlo.

Si hice mal la semana pasada,

hoy creo que lo hice bien.

 

Simuladores zumbando.

Prácticas con tu trasero.

 

Intenta mantener la calma.

Cuando por fin sea tu turno.

Vacía la cámara.

Y veamos qué tal.

 

En el vacío de Houston,

mi cabeza zumba.

 

700 interruptores.

La broma es mía.

He estudiado los sistemas.

Están apagados a 23.

 

Fallo simulado.

Para nosotros parece real.

 

Nos están volviendo locos

inventando la rueda.

¿Se estrellaron en la luna?

Por décima vez hoy,

debemos hacerlo bien para que el programa sea rentable.

 

Houston llama,

"Perdiste la Celda de Combustible 3.

Cámbiate a la otra

Y estarás en casa libre"

 

El entrenamiento termina.

Te toma todos los días,

pero luego llega el vuelo

y descubres que todo vale la pena.

 

Versión de Julián Axat

De: “Hello Earth, Greetings from Endeavour”

 

IVAN POZZONI

 

  

Fiorello me aburre

 


Me duermo frente a la pantalla de papel

culpable de no tener nada nuevo que decir

las letras en mi sangre no fluyen hacia mi aorta

aislado como el padre Ralph de Drogheda en Pajaro Espino,

Me prometo que serán las últimas, estas letras, tipo Jacopo (A)Ortis,

F.r.i.d.a. me espera en el sofá envuelta en su pequeño gris.

 

Cuando no tengo nada que decir el cursor late a ritmo de blues

cuando escribes a mano, al menos muerdes el capuchón del bolígrafo

aparece, toque a toque, un texto de vana consistencia à la De Signoribus,

te distraes, te levantas, de un lado a otro, con la culpa de un esquirol,

la conciencia de que escribir sobre nada sigue siendo escribir

el equivalente a vivir de la nada es siempre vivir.

 

Tal vez una oportunidad perdida para seguir haciendo un signo,

o tal vez un fragmento insignificante al estilo de Tomas Tranströmer,

no me conmueven los hechos crónicos, tal vez sea la forma en que uso el periódico,

la caja de arena del perro, una vez caducada la suscripción anual a l'Atelier,

tal vez, quién sabe, sin darme cuenta, estoy escribiendo una obra maestra

como millones de escritores italianos con sus violines de Ingres.

 

Hoy me siento anfibio, mitad Rottweiler y mitad Chihuahua,

mitad anfibio, mitad vehículo blindado de asalto en la batalla de Okinawa,

experimentando la sensación profesional de los escritores de secunda de Mondadori

De hornear word de encargo no me sorprende que se vuelvan locos,

ni que se refugien, como pareja, renunciando a sus contratos farisaicos,

para hundirse, junto con el hecho cultural, en La nave di Teseo.