sábado, 9 de marzo de 2013

PEDRO GARFIAS




  
Acordes

A Wladyslaw Jahl



VI

Pon en mi frente tu mano
y halágame esta aspereza
de sueño desmelenado

IRENE DUCH GARY




  
Es preciso volar



Es preciso volar
por la enredadera que sostiene
la frágil cúpula
del sueño inalcanzable
y penetrar el cristal etéreo
que recubre su autentica morada
y volver los ojos
al recóndito abismo
de su esencia,
para encontrar la génesis
de su textura luminosa
y continuar el vuelo
hasta fundirse
en un inacabado
proyecto de esperanza.

De “Astillas de luz”


BLANCA VARELA





Estréchame las manos...



II

Estréchame las manos,
la única luz que nos queda,
no me dejes olvidada
en la cima de una ola.

Aléjate

Aparten ese frío paisaje de cipreses,
escombren esos náufragos que ocultan el horizonte.

La vida es una noticia conmovedora.

Atravieso el desierto,
la terrible fiesta en el centro de un cielo derribado.
Estoy casi olvidando.




EDUARDO MILÁN






Una rica me dijo que los pobres...



Una rica me dijo que los pobres
no tienen sentimiento. Era una lírica,
un yo profundo, una garza. Hay gente pobre,
en cambio, apegada
al ritmo del corazón de sus hijos,
a su llanto, a sus palabras bajas
que no alcanzan la estatura del Sentido
o recortadas, en sus brotes.
Un plátano, para ellos, es un plátano,
un beso, un beso, sobre todo el de la madre,
la mano del padre en la cabeza es un momento
de ascensión, ascender a la mano del padre.
Hay algo inminente cuando comen: comen, amiga lírica,
como si fueran a perder lo que está puesto
ahí adelante, comen con nostalgia, el plato
se coloca en el futuro, allí donde decían
los apaches: «Algún día comeremos una buena comida».
Esto es muy general, a grandes rasgos, esquemático,
pero como el amor no conoce espera, quema.


ELSA LÓPEZ





Cuando voy por las calles...



Cuando voy por las calles, solitaria y ausente,
voy pensando en tu cuerpo.
Te llevo entrelazado por todas las cinturas
que acometo desiertas.
Tú estás en las aceras,
en las piedras del suelo,
en esos soportales que aúllan tus abrazos,
en la melancolía de mujeres sin rumbo
que perdieron el grito y la memoria nuestra.
Y yo sé que eres mío
por encima de ritos y vagas ceremonias.
Lo sé porque te amo y tú me lo has oído.
Y yo sé que te amo
porque mis brazos duelen al recordar los tuyos

y el espacio que ocupo se vuelve oscuro y frío
cuando escondes tus ojos por detrás de los míos,
y una vez que me has visto crecer y duplicarme
me hieres y abandonas delante de las otras.

De "Cementerio de elefantes"



JORGE LUIS BORGES





Caja de música



Música del Japón. Avaramente
De la clepsidra se desprenden gotas
De lenta miel o de invisible oro
Que en el tiempo repiten una trama
Eterna y frágil, misteriosa y clara.
Temo que cada una sea la última.
Son un ayer que vuelve. ¿De qué templo,
De qué leve jardín en la montaña,
De qué vigilias ante un mar que ignoro,
De qué pudor de la melancolía,
De qué perdida y rescatada tarde,
Llegan a mí, su porvenir remoto?
No lo sabré. No importa. En esa música
Yo soy. Yo quiero ser. Yo me desangro.