"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 26 de mayo de 2021
CHARLES OLSON
La K
Toma,entonces,mi
respuesta:
hay una marea en un hombre
lo mueve hacia su luna y,
aunque otra vez lo deje caer
él se las arregla en la bajamar para remontar
de nuevo el curso y se hincha
para ser un yo tumescente
Los
asuntos de los hombres siguen siendo de la mayor importancia
Devinimos
círculo completo
No veré el año 2000
a menos que nazca directamente de la madre de mi padre,
que rompa la corta y fatal extensión del varón.
Si esto es lo que se propuso el mazo del tarot
me asomaré por la ventana de un segundo piso
y cantaré,como ella,una liturgia nunca oída
Da
por descontado que no lo haré.
¿Tiene tanta importancia cuando lo que será
ya es en el movimiento del mar hacia la luna?
Círculo
completo : un final para romanos,hipocráticos y cristianos.
¡Allí! hay una marea que discernir en los asuntos de los hombres
Superficialidades
y miserias sombras de la cruz,
atropocentrismo y estúpido sol copernicano.
Nuestra atención es más simple
Las sales y los minerales de la tierra vuelven
A la noche le encanta arrojar sus sombras alrededor de un hombre
un puente,un caballo,el arma,una tumba.
EDITH CHECA
Hay tardes que tienen gris la mirada…
Hay
tardes que tienen gris la mirada.
En ellas las preguntas solo obtienen silencio.
Un mutismo perseverante está cincelando
la piel de ausente reencuentro
tan fácil como si fuera de cera.
Hay pájaros, en esta tarde, que emiten cantos
y se sumergen en la bruma
que ya intuíamos llegar.
Hay palabras que regresan de sus nidos
y nos llevan a la noche,
a la noche.
Esta tarde tiene gris la mirada,
se está llenando de sombras
y no me deja hacer preguntas.
ED SANDERS
Desde el autor
No
pretenderé
que fui parte importante
del 68
fluí
a través del año en mis propias pequeñas misiones
hoy la mayoría no tienen mucha importancia
pero
ahí galopé sobre la línea de tiempo
Atreviéndome a ser parte
de la historia
de la era
Yo
creyendo que un gran cambio era inminente
que los Estados Unidos
serían más gratuitos y generosos
que la pobreza se desvanecería
y menguaría el racismo
muy muy rápido
para el momento en fuéramos de mediana edad.
Muchos
nombres & eventos ilustrativos sin duda
he desantendido, pasado por alto, o subsumido
en el cuento de alguien más
Por
eso me disculpo
pero este es el 68
cuyo pulso aún fluye
en mi psiquis.
BALBINA PRIOR
En la aduana
Y
cuando en la interminable cola,
perdidos ya todos tus derechos,
todos empujan indignados:
blancos primero, afros y chinos;
latinos, indios y musulmanes;
para que sus familias no sequen
sus calcetines de zurcida rabia
al viento rasante del metro
que taja todas sus gargantas.
Y según la fuerza de cada cultura
vas entrando por una puerta diferente,
puede que te admitan
por la de inmigrante, la de turista
o la de business class sin demoras.
Y nadie quiere ser el último.
Y nadie quiere esperas.
Y cuando por fin te regalan el visado
para no volver nunca más a tus raíces,
a no ser que llegues
en carro alquilado de diamantes
que admiren los vecinos,
te enseñan su forzoso idioma
para cargar contra todos tus antepasados,
que te dejaron anchas palabras pero pocos dólares,
y todo se reduce a sacar las automáticas,
escondidas desde siglos
entre tu castigada piel y las cuatro tallas más
de tus vaqueros vencidos.
Y nadie entonces se conforma,
porque no queremos
que por heterodoxos nos deporten,
pues dentro de poco nuestra cultura
no valdrá nada, y porque de todos modos,
te la arrancarán del vientre
como droga en la aduana.
FERNANDO ESPEJO
La creación
Tú y
yo
inauguramos con nuestros pies la tierra.
Hubo
de ser durante el sueño:
el despertar, estabas tú, la esposa,
entre los brazos, nada más…
Me
acuerdo del principio…
Todo era como el humo
y sucedía que solamente había frío.
Algunos
se atrevían a decir en voz muy baja
¿Por qué no traéis pájaros?
Fue
entonces
cuando tú ayudaste a las estrellas
y a las palomas, entre otras cosas,
a nacer.
Oh,
tú, la vigilante de las flores,
jardinera del mundo…
por el cuidado de tus manos
todo fue entonces agradable a los ojos.
Y
comenzó a amanecer.
Entonces,
simplemente, el corazón se regocijó.
JESÚS HILARIO TUNDIDOR
Poética
Miro
el espacio azul. Me crecen alas
de oro. Paz de oro, espuma silenciosa
viene hasta el corazón. En la espaciosa
inmensidad, en las enormes salas
del
aire crece, extiende ya sus galas
el sueño. No es sueño ¿Ser? No es ser ¿Fosa
será de mi deseo? No, no hay cosa
más lejos de la muerte que estas alas.
Hálito
del albor que se origina
desde un dentro de sol y permanencia
como los robles, más, como la encina.
Es
un instante ¿Suficiente? Anhelo,
ya hermandad absoluta, la existencia.
Todo es un vuelo y más, es más que un vuelo.