"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 2 de mayo de 2017
EDUARDO CARRANZA
Soneto insistente
A Álvaro Bonilla Aragón
La
cabeza hermosísima caía
del lado de los sueños; el verano
era un jazmín sin bordes y en su mano
como un pañuelo azul flotaba el día.
Y su boca de súbito caía
del lado de los besos; el verano
la tenía en la palma de la mano,
hecha de amor. Oh, qué melancolía.
A orillas de este amor cruzaba un río;
sobre este amor una palmera era:
agua del tiempo y cielo de poesía.
del lado de los sueños; el verano
era un jazmín sin bordes y en su mano
como un pañuelo azul flotaba el día.
Y su boca de súbito caía
del lado de los besos; el verano
la tenía en la palma de la mano,
hecha de amor. Oh, qué melancolía.
A orillas de este amor cruzaba un río;
sobre este amor una palmera era:
agua del tiempo y cielo de poesía.
Y el
río se llevó todo lo mío:
la mano y el verano y mi palmera
de poesía. Oh, qué melancolía.
la mano y el verano y mi palmera
de poesía. Oh, qué melancolía.
BAUDELIO CAMARILLO
Agua marchita
I
Como
decir un coágulo
en la
arteria que nutre el corazón,
río
arriba cerraron el paso a la hermosura.
El progreso
ordenó construir una presa
y el
caudal descendió hasta mostrar las piedras
donde
se estrella a veces
la
proa de nuestra barca.
Es
claro que aún tendremos agua para vivir,
mas
no para soñar.
Habrá
más producción en toda la comarca
y
llenará el progreso de artículos de lujo
nuestro
sueño.
Pero
el cauce del río será menos profundo
y
sumergido a medias,
como
estas grandes piedras,
se
secará una parte de nuestro corazón.
De: “Poemas de agua dulce”
CÉSAR MORO
Hormiguero empavesado
Ábside
de ciencia una rueda a espaldas de las islas
Luz amamantada
Altanera rama deslumbrada
Bajo fuentes aminoradas antiguas
Madriguera de pieles condenadas
Viento loco
Rústico del lago
Pero con hornos engalanado civil de uncirse
Tregua agraciada con corazón
En la cama única cadera engullida
De nido de hombre santo
Quimera que canta los peanes atavíos de sal
Los puños audaces los pies saciados ociosos
El verano de greda al rojo late leteano
Las camas enguantadas las confidencias filtrándose hacia los
domos
En pelo los tuertos arte tajado cuello que obsesiona la
mueca
Teja de jade
Niega las águilas y sus defectos los marcos
Pero habla en pleno salto
Esta alegría de oírse
Al borde las rampas camas de ayer extasiadas
El hastío degradado sale del agua
Ríe hechizado de ayunar
Vaga maldecido plural arte
Si tú cantas grave pruébame ora qué súbdito
Estaba en ti devuélveme el eco lucha de tiempos
Dorado sacro de crespos manantiales de hermosos desnudos
pertinentes
Leche que centellea caída en suerte
Rojizo con vado desnudo yacente mortal de poros domado
Dado que se zambulle si va a la agonía de ojo buey bufonada
De orfebre lino órfico de los lujos de nacer
Negro mendaz para ver beber un piojo
El hilota hecho arado que hay que blanquear
Hojea a un padre debido a la edad de oro
A majestad muchacho
Casa habladora
La miel abolida, qué muro reventado
Muerte de los estados
El oso harto se abriga
Perro que ríe plato rajado
Luz amamantada
Altanera rama deslumbrada
Bajo fuentes aminoradas antiguas
Madriguera de pieles condenadas
Viento loco
Rústico del lago
Pero con hornos engalanado civil de uncirse
Tregua agraciada con corazón
En la cama única cadera engullida
De nido de hombre santo
Quimera que canta los peanes atavíos de sal
Los puños audaces los pies saciados ociosos
El verano de greda al rojo late leteano
Las camas enguantadas las confidencias filtrándose hacia los
domos
En pelo los tuertos arte tajado cuello que obsesiona la
mueca
Teja de jade
Niega las águilas y sus defectos los marcos
Pero habla en pleno salto
Esta alegría de oírse
Al borde las rampas camas de ayer extasiadas
El hastío degradado sale del agua
Ríe hechizado de ayunar
Vaga maldecido plural arte
Si tú cantas grave pruébame ora qué súbdito
Estaba en ti devuélveme el eco lucha de tiempos
Dorado sacro de crespos manantiales de hermosos desnudos
pertinentes
Leche que centellea caída en suerte
Rojizo con vado desnudo yacente mortal de poros domado
Dado que se zambulle si va a la agonía de ojo buey bufonada
De orfebre lino órfico de los lujos de nacer
Negro mendaz para ver beber un piojo
El hilota hecho arado que hay que blanquear
Hojea a un padre debido a la edad de oro
A majestad muchacho
Casa habladora
La miel abolida, qué muro reventado
Muerte de los estados
El oso harto se abriga
Perro que ríe plato rajado
Versión de Enrique Molina y Anché Coyné
AURELIO ARTURO
Lluvias
ocurre
así
la lluvia
comienza un pausado silabeo
en los lindos claros de bosque
donde el sol trisca y va juntando
las lentas sílabas y entonces
suelta la cantinela
así principian esas lluvias inmemoriales
de voz quejumbrosa
que hablan de edades primitivas
y arrullan generaciones
y siguen narrando catástrofes
y glorias
y poderosas germinaciones
cataclismos
diluvios
hundimientos de pueblos y razas
de ciudades
lluvias que vienen del fondo de milenios
con sus insidiosas canciones
su palabra germinal que hechiza y envuelve
y sus fluidas rejas innumerables
que pueden ser prisiones
o arpas
o liras
.............................................................
pero de pronto
se vuelven risueñas y esbeltas
danzan
pueblan la tierra de hojas grandes
lujosas
de flores
y de una alegría menuda y tierna
con palabras húmedas
embaidoras
nos hablan de países maravillosos
y de que los ríos bajan del cielo
………………………………………………………
olvidamos su treno
y las amamos entonces porque son dóciles
y nos ayudan
y fertilizan la ancha tierra
la tierra negra
y verde
y dorada
la lluvia
comienza un pausado silabeo
en los lindos claros de bosque
donde el sol trisca y va juntando
las lentas sílabas y entonces
suelta la cantinela
así principian esas lluvias inmemoriales
de voz quejumbrosa
que hablan de edades primitivas
y arrullan generaciones
y siguen narrando catástrofes
y glorias
y poderosas germinaciones
cataclismos
diluvios
hundimientos de pueblos y razas
de ciudades
lluvias que vienen del fondo de milenios
con sus insidiosas canciones
su palabra germinal que hechiza y envuelve
y sus fluidas rejas innumerables
que pueden ser prisiones
o arpas
o liras
.............................................................
pero de pronto
se vuelven risueñas y esbeltas
danzan
pueblan la tierra de hojas grandes
lujosas
de flores
y de una alegría menuda y tierna
con palabras húmedas
embaidoras
nos hablan de países maravillosos
y de que los ríos bajan del cielo
………………………………………………………
olvidamos su treno
y las amamos entonces porque son dóciles
y nos ayudan
y fertilizan la ancha tierra
la tierra negra
y verde
y dorada
ELVA MACÍAS
Dispersión
Forma
de sabueso
tiene el origen de las dispersiones.
Quise borrar su huella
y me siguió
en la brecha
en la huida.
Permaneció en el iris de mis ojos
y recorrió mis vetas más exhaustas.
tiene el origen de las dispersiones.
Quise borrar su huella
y me siguió
en la brecha
en la huida.
Permaneció en el iris de mis ojos
y recorrió mis vetas más exhaustas.
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