viernes, 3 de agosto de 2012


MARÍA VICTORIA ATENCIA




Sazón



Ya está todo en sazón. Me siento hecha,
me conozco mujer y clavo al suelo
profunda la raíz, y tiendo en vuelo
la rama, cierta en ti, de su cosecha. 

¡Cómo crece la rama y qué derecha!
Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo
de vivir y vivir: tender al cielo,
erguida en vertical, como la flecha

que se lanza a la nube. Tan erguida
que tu voz se ha aprendido la destreza
de abrirla sonriente y florecida. 

Me remueve tu voz. Por ella siento
que la rama combada se endereza
y el fruto de mi voz se crece al viento.

LORENZO OLIVAN





Ausencia



Tu ausencia llena todo
el espacio que tú y yo compartíamos.
Se hace dueña del aire, se introduce
en el último hueco de la casa,
impregna cada prenda.
                                                De repente
fija sus hondos ojos sobre mí,
y tras verter en mi interior el peso
de tanta soledad irremediable,
acabo siendo todo yo tan sólo
ausencia. Sólo ausencia.


Puntos de fuga

SERGIO GARCÍA






Tu amor…

                        

Tu amor es lo que tengo

Amor de savia blanca
Amor que alimenta
Amor amargo

Amor que crece
Amor de años

Amor de sol
Amor de lluvia
Amor templado
Frente al viento huracanado

Amor de un solo cielo
Amor enraizado

Amor de primavera
Amor de trinos
Amor de pájaros

Amor de fronda florida
Amor de dulces frutos
Amor callado

Amor de sombra
Amor de estío
Amor resguardo

Amor de hojas secas
Amor de hojarasca
Amor sacrificado

Amor que reverdece
Amor inamovible

Amor de árbol



DULCE MARÍA LOYNAZ





Precio


Toda la vida estaba
En tus pálidos labios.
Toda la noche estaba
En mi trémulo vaso.

Y yo cerca de ti,
Con el vino en la mano,
Ni bebí ni bese.

Eso pude: eso valgo.


LINA ZERÓN



  

Sin rumbo



¿Miel o amargura?
Hay un profundo hueco,
se extiende
Me derrito,
sangro,
dejo que me inquieten los demonios,
que me coman los gusanos,
cada gota de ausencia
es un grito desesperado
huellas profundas
silencios.

Rompí las cadenas,
los arraigos,
te extraje del sonido de los vientos
de la humedad de las rocas.

Ahora temo decir tu nombre entre sueños,
tocar tu cuerpo en la almohada.

Quiero volverme luna
para guardar mi reflejo en tu lago