miércoles, 15 de abril de 2020


ANA ROMANO





Despertar



Aletargada
por la piedad
y en un hoyo
ridículo

y eso
aunque  
el camino
prosigue.


DULCE MARÏA LOYNAZ





Poema XXIX



En cada grano de arena hay un derrumbamiento de montaña.


CHUYA NAKAHARA





Huesos



Mira, mira. Estos son mis huesos.
Rompieron aquella carne inmunda
que estaba viva y angustiada.
Mis huesos, agudos y blancuzcos
ahora lavados por la lluvia.

Sin brillo
blancos como el yeso
chupando la lluvia
al aire
reflejando un poco el cielo.

Cuando el cuerpo alentaba
estos huesos se sentaban
en el bullicio del restorán
a comer ensalada de espinacas.
Vaya broma.

Mira, mira. Estos son mis huesos.
¿Soy yo quien los mira?
Qué extraño.
¿El alma se ha quedado atrás
o ha regresado
a mirar los huesos?

En el borde del arroyo de mi pueblo
parado entre el zacate seco
¿seré yo ése que mira?
Justo a la altura de un letrero en el camino
están mis huesos enhiestos, agudos y blancuzcos.


De: “Un rebaño bajo el sol”
Versión de Atsuko Tanabe y Sergio Mondragón.


JULIO HERRERA Y REISSIG




  
El ama



Erudita en lejías, doctora en la compota
y loro en los esdrújulos latines de la misa,
tan ágil viste un santo, que zurce una camisa,
en medio de una impávida circunspección devota...

Por cuanto el señor cura es más que un hombre, flota
en el naufragio unánime su continencia lisa...
y un tanto regañona, es a la vez sumisa,
con los cincuenta inviernos largos de su derrota.

Hada del gallinero. Genio de la despensa.
Ella en el paraíso fía la recompensa...
Cuando alegran sus vinos, el vicario la engríe

ajustándole en chanza las pomposas casullas...
Y en sus manos canónicas, golondrinas y grullas
comulgan los recortes de las hostias que fríe. 


De: “Los extásis de la montaña”


RUBÉN BAREIRO SAGUIER





Descampado



Bajo las estrellas,
con un ojo apagaba el cielo
Con el otro soñaba.


ERNESTO MEJÍA SÁNCHEZ





La cortina del país natal



Mis amigos demócratas,
comunistas, socialcristianos,
elogian o denigran
       La Cortina de Hierro,
       La Cortina de Bambú,
       La Cortina de Dólares,
       La Cortina de Sangre,
       La Cortina de Caña.
Son unos excelentes cortineros.
Pero nadie se refiere
a la Cortina de Mierda
de Mi Nicaragua Natal.


De: “Vela de la espada”