Berrear como los puercos y las chivas,
Sacarse todo el miedo de una vez
Hasta que nadie pueda oírnos.
Las
ilusiones pesan,
Los silencios figuran mujeres,
Monjas que se comen el día.
Ellas
no saben que aquí la poesía
No importa tanto como cada uno de mis dedos,
Como las ganas que tengo de asesinar un pollo.
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