lunes, 13 de mayo de 2019

ABRAHAM PAZ





Religión



Mi dios es uno que no
se entiende a sí mismo.
Mi dios usa la cara
de un desconocido.
Se encierra en sus
propios albores místicos,
cree que no tiene que ver
más nada.

Este dios es un cínico de
sí mismo y duda haber puesto
algún día un pie en la tierra.
Crea y destruye, a veces sin
querer o darse cuenta.
En tiempos oscuros duda
sobre lo que es real siquiera.

Lo más extraño de mi dios
es que puedo ver su cara
en el espejo reflajada
al despertar cada mañana.




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