Belleza
Yo
te doy a mí mismo,
mis
noches sin dormir,
los
largos sorbos
de
cielo y estrellas - borracho
en
las montañas,
la
brisa de los mares viajó
hacia
amaneceres remotos.
Yo
te doy a mí mismo,
el
sol virgen de mis mañanas
en
fabulosos bancos
entre
las columnas supervivientes
y
olivos y orejas.
Yo
te doy a mí mismo,
los
méritos
en
el borde de las cataratas,
las
puestas de sol
a
los pies de las estatuas, en las colinas,
entre
troncos de cipreses animados
de
nidos -
Y
bienvenido mi maravilla
de
criatura,
mi
temblor de tallo
Yo
vivo en el circulo
de
horizontes,
inclinado
hacia el viento
claro
- de belleza:
y
me dejas mirar estos ojos
que
Dios te ha dado,
tan
denso con cielo -
profundo
como siglos de luz
sumergido
más allá
de
los picos –
4 de diciembre de 1934
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