miércoles, 12 de diciembre de 2012

HAROLD ALVARADO TENORIO





Cabaret



Que el poema la retrate
sólo como la viste en el tiempo
que quiso darse a tus ojos y a tu alma. 

Hecha de la dura memoria de la carne,
mostraba la astucia y el candor
de quien presentía
la huella que deja otro corazón. 

Así la deseabas. 

Querías someterte al desdén que promete
el oro de la juventud. 

Estabas dispuesto
a sufrir el rigor de sus ojos de hembra
del mejor cabaret: la vida. 

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