Nuevo Sermón Negro
A Tristan Rémy
Le
escupieron su frío desprecio en la cara
Como una bandera negra ondeando al viento golpeada por la nieve
Para convertirlo en el pobre negro el dios de los poderosos
A sus trapos en los adornos del altar
A su canto dulce de miseria
A su quejido tembloroso de banjo
En la bulla orgullosa del órgano
A sus brazos que remolcaban las chalanas pesadas
Sobre el río Jordán
En el arma de los que golpean con la espada
Su cuerpo cansado como el nuestro en las siembras de algodón
Como una brasa ardiente
Como una brasa ardiente en una zarza de rosas blancas
El escudo de oro de su fortuna
Blanquearon su cara negra con el esputo de su frío desprecio
Escupieron sobre tu cara negra
Señor, nuestro amigo, nuestro camarada
Tú que apartaste del rostro de la prostituta
La cortina de caña de sus largos cabellos
sobre el manantial de sus lágrimas
Inventaron
a los ricos a los banqueros a los dueños de las tierras
Convirtieron al hombre sangrante en el dios sanguinario
Oh Judas se burla
Oh Judas se burla:
Cristo entre dos ladrones como una llama desgarrada en la cima del mundo
Alumbraba la rebelión de los esclavos
Pero ahora Cristo está en la casa de los ladrones
Y sus brazos despliegan en las catedrales la sombra amplia de un zamuro
Y en los sótanos de los monasterios el sacerdote cuenta los intereses de los
treinta denarios
Y las torres de las iglesias escupen la muerte sobre las multitudes hambreadas
No los perdonaremos, porque saben lo que hacen
Lincharon a Juan que organizaba el sindicato
Lo persiguieron con perros como a un lobo desesperado en el bosque
Lo guindaron riendo en el tronco de un viejo sicómoro
No, hermanos, camaradas
No rezaremos más
Nuestra rebelión se alza como el grito del pájaro de la tormenta por encima del
ruido podrido de los pantanos
No cantaremos más los tristes spirituals desesperados
Es otro el canto que brota de nuestras gargantas
Desplegamos nuestras banderas rojas
Manchadas por la sangre de nuestros justos
Bajo ese signo marcharemos
Bajo ese signo marchamos
De pie los condenados de la tierra
De pie los presos del hambre.
Versión
de César Panza
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