"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Poema inicial
Aquí, tranquilamente, voy a decirte una palabra, la última palabra donde quedó tu corazón antiguo…
Aquí, tranquilamente: Dios era carne entonces y tú lo recreabas en tu espíritu.
Ay, arrodíllate, no volverás dos veces a ser niño.
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