El grifo
Me
fui
o
quise hacerlo y no supe
el
agua caía del grifo gota a gota
tinc
tinc replicaba la chapa acanalada
era
un viento que luego soplaría con furia
el
que golpeó tu espalda
yo
solo si había atinado a golpear tu puerta
pero
ya era tarde
te
habías ido
o
habías querido hacerlo y no supiste cómo
o no
pudiste
el
silencio silbaba una melodía inaudita
era
maravilloso esperar el sol en la esquina
podía
detenerse allí junto a nosotros
y
decirnos sus cosas por un rato
sabíamos
que no se demoraría en proseguir
su
camino al cementerio
nos
daba su calor y eso era todo
como
estas gotas que no dejan de caer del grifo
y a
su modo nos dan también su música inaudita
y
mientras sigan cayendo
la
chapa tendrá algo que decir
siempre
lo mismo
volveremos
a la estación donde no debimos descender
volveremos
a subir al tren que nunca debió detenerse
y
algunos pájaros dicen sus cosas todavía
en
otra lengua que el tinc tinc de la chapa ignora
sus
cosas son y no son las mismas que nos importan
mientras
oímos caer una gota y otra y otra más
del
grifo incesante
mañana
el sol se detendrá en la esquina
o
seguirá su camino directo al cementerio
las
nubes dirán…
¿qué
dicen las nubes cuando dicen algo acerca
de
esas cosas que les importa?
el
día es una mano que se agita
un
adiós dicho antes y después de la lengua
en
esta esquina
en
este día estamos aún esperando
¿seguimos
juntos todavía, todavía?
golpeé
tu puerta y ya no estabas
alguien
tal vez debió de golpear la mía
toc
toc
siempre
la misma manera
¿cómo
no vamos a saber de qué se trata?
¿cómo
no vamos a terminar nunca de entender?
esta
estupidez, esta necedad decís
esta
necedad, esta hipocresía digo
esta
hipocondría decís
y
entonces
empezamos
a entender de qué se trata.
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