Unos
cuerpos son como flores
Unos
cuerpos son como flores,
otros
como puñales,
otros
como cintas de agua;
pero
todos, temprano o tarde,
serán
quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo
por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.Pero
el hombre se agita en todas direcciones,
sueña
con libertades, compite con el viento,
hasta
que un día la quemadura se borra,
volviendo
a ser piedra en el camino de nadie.
Yo,
que no soy piedra, sino camino
que
cruzan al pasar los pies desnudos
muero
de amor por todos ellos;
les
doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque
les lleve a una ambición o a una nube,
sin
que ninguno comprenda
que
ambiciones o nubes
no
valen un amor que se entrega.
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